El 27 de mayo de 2013 se instituyó el Día de la Prevención de la Violencia en el Noviazgo a través de la ley 4.547 y en homenaje a Carolina Aló, fallecida en 1992 como consecuencia de las 113 puñaladas que le infligió su novio.
En una relación de pareja ninguna situación de conflicto o desacuerdo puede justificar el uso de la fuerza, de un golpe, de una amenaza o de una expresión intimidatoria o humillante.
Lo que se busca en esta fecha, es que se reflexione sobre la relación que construye en pareja.
Las parejas deben relacionarse con libertad y afecto. No es amor aquel que utiliza mecanismos de control. Tampoco lo es sospechar, desconfiar o pretender ejercer un control sobre los llamados telefónicos o sobre la agenda de la novia o del novio.
Se invita a pensar que el abuso en el noviazgo o la violencia en el noviazgo es la perpetración o amenaza de un acto de violencia por parte de al menos un miembro de la pareja al otro miembro en el contexto del noviazgo.
También surge cuando una pareja intenta mantener el poder y el control sobre la otra a través del abuso o la violencia, por ejemplo, cuando una relación se ha roto.
Este abuso o violencia puede adoptar diversas formas, como agresión sexual, acoso sexual, amenazas, violencia física, abuso verbal, mental o emocional, sabotaje social y acoso. Puede incluir abuso psicológico, chantaje emocional y manipulación psicológica.
Aunque con mayor frecuencia el autor del abuso es una pareja masculina contra una pareja femenina, el abuso de una pareja femenina contra un hombre también tiene lugar.
La violencia de pareja cruza todas las líneas raciales, de edad, económicas y sociales. El noviazgo es algo normal pero con el tiempo se puede dar una forma de violencia, la cual debe ser erradicada.