Este informe no busca promover ni rechazar ninguna orientación o identidad sexual. Es puramente histórico: explorar los registros antiguos relacionados con la homosexualidad como parte del legado cultural de la humanidad. No tomamos partido ni emitimos juicios, y pedimos a nuestros lectores que reciban esta lectura con el mismo espíritu: respeto, seriedad y apertura. Comprender nuestro pasado en toda su diversidad nos ayuda a construir una mirada más completa y honesta de lo que somos como especie.
La homosexualidad, como expresión de la diversidad sexual humana, ha existido a lo largo de toda la historia. Aunque las actitudes hacia ella han variado ampliamente según las culturas y épocas, existen vestigios arqueológicos, artísticos y literarios que prueban que las relaciones entre personas del mismo sexo no son una invención moderna, sino una constante histórica.

Evidencias prehistóricas: el simbolismo en las cavernas
Los primeros indicios de sexualidad entre personas del mismo sexo se remontan al Paleolítico Superior. Grabados rupestres y figuras fálicas dobles encontradas en lugares como la cueva de Gorge d’Enfer, en Francia, han sido interpretados como posibles manifestaciones de sexualidad femenina no heterosexual. Aunque estos símbolos no son concluyentes, estudios como los del antropólogo RB Rappaport proponen que el arte prehistórico puede incluir una diversidad sexual más rica de lo que se ha asumido.
Mesopotamia: mitos, rituales y sacerdocios
En la antigua Sumeria (c. 3000 a.C.), los assinu, sacerdotes dedicados al culto de la diosa Inanna, adoptaban roles femeninos y se relacionaban con rituales de fertilidad. Estos sacerdotes, mencionados en tablillas de Ur y Nippur, son considerados por algunos historiadores como evidencia de una forma institucionalizada de aceptación de la homosexualidad. Además, el Poema de Gilgamesh describe la intensa relación entre Gilgamesh y Enkidu, interpretada por algunos expertos como una representación homoerótica en la literatura antigua.
Egipto: una tumba y muchas preguntas
En el Antiguo Egipto, la tumba de Nianjjnum y Jnumhotep, funcionarios reales del siglo XXV a.C., ha generado debates por mostrar a ambos hombres en posturas afectivas típicamente reservadas a parejas heterosexuales. Descubierta en Saqqara en 1964, las imágenes de ambos tocándose nariz con nariz han sido vistas como posible evidencia del reconocimiento de relaciones homosexuales, aunque otros egiptólogos las interpretan como símbolo de fraternidad.

Grecia clásica: pedagogía y deseo
En la Grecia antigua, las relaciones homosexuales masculinas eran parte de la estructura social, especialmente a través de la pederastia: vínculos entre adultos y adolescentes que combinaban educación y sexualidad. Platón defendía el amor entre hombres como una vía hacia la virtud en obras como El Banquete. En cuanto a las mujeres, la poetisa Safo de Lesbos expresó el amor entre mujeres con profundidad lírica, dando origen a términos como “lesbiana” y “safismo”.

India y China: diversidad en textos sagrados y cortes imperiales
En la India antigua, el Kamasutra menciona abiertamente prácticas homosexuales y describe al tercer sexo (tritiya-prakriti), individuos con roles definidos en la sociedad que no se ajustaban a los géneros binarios. En China, durante la dinastía Han, crónicas relatan la relación romántica entre el emperador Ai y su amante Dong Xian, cuya historia dio origen a la expresión “la manga cortada”, símbolo literario del amor homosexual masculino.
Una constante histórica, no una anomalía moderna
Desde las cavernas del Paleolítico hasta los palacios imperiales de Asia, la homosexualidad ha formado parte de la experiencia humana. Estas huellas del pasado demuestran que la diversidad sexual no es una desviación moderna, sino una expresión profundamente arraigada en la historia de nuestra especie.
Conocer y reconocer estas historias antiguas no solo amplía nuestra comprensión del pasado, sino que también aporta perspectiva para una convivencia presente más inclusiva y respetuosa, en la que la diversidad sea vista como parte integral del ser humano.