Una casa de comidas rápidas recompensó con un producto de por vida a todos los que se apellidan Parrilla.
Más de 300 personas que llevan ese apellido se reunieron para compartir anécdotas respecto al significado de su nombre y al bullying que sufrieron desde chicos donde recibieron una recompensa por los malos momentos que vivieron.
Vicente, de 84 años fue el Parrilla más grande de todos y Lucía, la más pequeña de dos años.
“Fue una noche repleta de emociones y sobre todo de autenticidad donde cientos de Parrilla se encontraron y festejaron” contaron los asistentes que se reunieron en un local de comidas rápidas del barrio de Almagro. Allí contaron los motes que recibieron durante su vida.