El reconocido actor Adrián Navarro estuvo como invitado en el programa Despertate de Cadena Nueve, transmitido también por Máxima 89.9 y Visión Plus TV, donde profundizó sobre su unipersonal “Es Paria” y reflexionó acerca de la situación social y política que atraviesa el país.
Durante la entrevista, Navarro compartió sus impresiones sobre el proceso creativo de la obra, que ofrece una mirada crítica hacia la exclusión social, el abandono de los más vulnerables y el estado de la política argentina. En palabras del propio actor: “En Es Paria tratamos de mostrar cómo, muchas veces, la sociedad prefiere mirar para otro lado ante los problemas reales. Necesitamos urgentemente mirarnos al espejo y cuestionarnos: ¿qué estamos haciendo con los que quedan afuera?”
Además, Navarro se refirió a la importancia del teatro como herramienta para generar conciencia. “El arte tiene un poder transformador. Si de alguna manera, aunque sea por unos minutos, podemos hacer que alguien piense, que reflexione sobre su realidad, el trabajo está cumplido”, afirmó el actor.
Sobre el impacto de “Es Paria”, el actor destacó que el monólogo es una especie de espejo de la realidad, donde el público no puede evitar sentirse interpelado. “La gente se ve reflejada en lo que decimos sobre la marginalidad, sobre el abandono, sobre la injusticia. Mi trabajo es poner en evidencia esas situaciones, y creo que el teatro puede ser una buena excusa para generar este tipo de conversaciones”, explicó Navarro.
La charla, cargada de emoción y contenido social, fue transmitida en vivo en las emisoras locales, permitiendo a los oyentes de la región escuchar las palabras de un actor que no solo se destaca por su talento, sino también por su compromiso con los problemas de la sociedad.
Adrián Navarro concluyó la entrevista con un mensaje esperanzador: “Es posible cambiar las cosas si todos nos sumamos, si empezamos a poner el foco en los que menos tienen, en los que siempre quedan atrás”.
En cuanto al desenlace, el actor Navarro señala que deja al público con una reflexión potente, quizás con una llamada a la acción o una metáfora sobre la necesidad de cambiar la manera en que vemos a aquellos que están al margen de la sociedad. El final podría ser un momento de ruptura, de choque emocional, que hace que la audiencia se cuestione su propio rol dentro de esa realidad social que se presenta en la obra.
Al ser un monólogo tan profundo, el final subraya la idea de que el cambio comienza con la autocrítica y la conciencia social.



