lunes, septiembre 9, 2024
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El Día del Panadero es un reconocimiento a una labor de servicio y entrega en la alimentación esencial de cada dia

La fecha recuerda los reclamos de los panaderos por mejoras laborales hacia fines del Siglo XIX y esas luchas dieron origen a muchas denominaciones de facturas y masas como vigilantes, bombas o cañoncitos

Este domingo 4 de agosto se celebra en Argentina el Día Nacional del Panadero, una fecha conmemorativa que remonta sus orígenes a finales del siglo XIX, y que rinde homenaje a la primera organización sindical de panaderos del país. Esta celebración tiene profundas raíces en el movimiento obrero y anarquista que floreció en Buenos Aires durante ese período.

El Día del Panadero fue oficialmente establecido por el Congreso Nacional en 1957, para conmemorar la fundación de la Sociedad Cosmopolita de Resistencia y Colocación de Obreros Panaderos, creada el 18 de julio de 1887 en Buenos Aires. Esta sociedad fue pionera en la organización sindical de los panaderos y se destacó siguiendo las ideas de líderes como Errico Malatesta y Ettore Mattei.

La Sociedad Cosmopolita fue una de las primeras organizaciones de resistencia laboral en Argentina, y se formó en un contexto de duras condiciones laborales. Los panaderos enfrentaban jornadas laborales de más de 10 horas a cambio de salarios bajos, y su trabajo era esencial debido a la creciente demanda de alimentos en una Buenos Aires en pleno proceso de urbanización.

En enero de 1888, pocos meses después de su fundación, la Sociedad Cosmopolita llevó a cabo su primera huelga para exigir mejores condiciones salariales. Esta movilización fue reprimida violentamente por las fuerzas policiales, pero a pesar de la represión, dejó una huella importante en el movimiento obrero argentino. Las acciones de los panaderos no solo fueron precursoras de futuros gremios, sino que también establecieron un precedente en la lucha por los derechos laborales.

Como parte de su protesta y en un acto de ironía frente a la represión, los panaderos porteños comenzaron a bautizar las facturas y masas de repostería con nombres que ridiculizaban a las instituciones que consideraban opresivas, como la Policía, el Ejército y la Iglesia. Por ejemplo:

  • Vigilantes: Referencia a los bastones de los policías.
  • Cañoncitos y bombas: Burla hacia las armas militares.
  • Bolas de fraile, suspiros de monja y sacramentos: Crítica al clero.

Estos nombres irónicos reflejan la resistencia cultural y la crítica social de los panaderos ante las autoridades y las instituciones de la época.

Eso fue historia ya que en la actualidad la labor es valorada y respetada amén de ser integrantes de una cadena en la alimentación altamente trascendente como es el primer alimento del día: el pan.

El Día del Panadero no solo celebra a los trabajadores del pan, sino que también rinde tributo a un trabajo dedicado diariamente que se convierte en servicio ya que todo se hace pensando en quien lo consumará sea en familia o soledad.

Es un recordatorio de los desafíos que enfrentaron y de los logros que alcanzaron en su búsqueda de mejores condiciones laborales. La conmemoración del 4 de agosto es una oportunidad para reconocer la importancia de la organización sindical y el impacto duradero de las primeras luchas laborales en el país.

Saludamos en su día a todos los panaderos! Felicidades!

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