El 1º de Mayo se instituyó como Día Internacional del Trabajo en conmemoración de la sangrienta represión que sufrieron los obreros de la fábrica McCormick en la ciudad de Chicago, EE.UU., en el año 1886.
Este año, más que en otros, signado por una coyuntura poco favorable a los trabajadores, esta jornada de reflexión debe favorecer la conciencia de cada trabajador de los derechos adquiridos a través de luchas, a veces sangrientas, a los que no debemos renunciar y que construyeron, a través de las distintas conquistas gremiales, un esquema de redistribución de la riqueza que se acerca a la construcción de JUSTICIA SOCIAL.
La JUSTICIA SOCIAL no solo implica la movilidad social ascendente, sino que promueve la integridad de las personas no solo como elaboradores de productos o prestadores de servicio, sino que las entiende como seres sociales. Por ende, también se ocupa de la familia, la cultura, el ocio, la educación, la salud, la seguridad y todos los aspectos que hacen que un trabajador sea un ser humano antes que un productor o prestador.
Es momento de poner en valor lo obtenido y ponernos atentos y dispuestos a defenderlo, cada uno desde el lugar que tenga y quiera hacerlo. Nuestros derechos no son moneda de cambio.
Trabajemos juntos en la búsqueda permanente de la plena justicia social y en la protección de los derechos laborales.
‘Saludamos en su Día a todas y todos los trabajadores de Nueve de Julio y el partido y La Patria No se vende’, concluye el mensaje de la CGT Delegación nuevejuliense con la firma de Esteban Vargas, Rubén Silva y Juan Ignacio De Sogos.
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