jueves, marzo 28, 2024
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Testimonio de quien vivió 23 años con Cardenal Eduardo Pironio, camino a la santidad

Su ex-secretario monseñor Fernando Vérgez contó vivencias cotidianas de una persona santa que vivía con alegría cotidianamente

El obispo Fernando Vérgez Alzaga, presidente de la gobernación de la ciudad del Vaticano y antiguo secretario particular del cardenal Eduardo Francisco Pironio, estuvo en Argentina durante esta Semana Santa. Celebró el Triduo pascual en la Abadía de monjas benedictinas de “Santa Escolástica” en Victoria.

Presidió la santa Misa el lunes de pascua en la Basílica de Luján, donde está sepultado el ahora Venerable cardenal Pironio. Asistió a la misma un grupo de representantes de la Acción Católica Argentina de la que el cardenal Pironio fuera asesor nacional. Terminada la santa misa se acercaron junto con los fieles a orar ante la tumba del venerable siervo de Dios.

Posteriormente pronunció una conferencia en el Seminario “Santo Cura de Ars” de la arquidiócesis de Mercedes-Luján, donde Pironio fue formador, director espiritual y profesor.

A la misma asistieron el arzobispo Jorge Eduardo Sheining, el obispo Ariel Torrado Mosconi, los formadores del seminario y los seminaristas de las tres diócesis que estudian allí: Mercedes, Bahía Blanca y Nueve de Julio. También se hizo presente un nutrido grupo de religiosas.

A última hora de la tarde del lunes 18, monseñor Vérgez visitó el Santuario diocesano de “Nuestra Señora de Fátima” donde pronunció una conferencia sobre la espiritualidad del cardenal argentino. Recordó las veces que acompañó a Pironio al lugar para celebrar la santa Misa en lo que era, por entonces, la “parroquia de Fátima” elevada hoy a santuario diocesano. Aquí cabe recordar que el Cardenal nativo de Nueve de Julio fue portador de un cáliz -utilizado actualmente en las celebraciones- regalado por el papa san Juan Pablo II en los años noventa cuando era su párroco el padre Raúl Infanzón, su compañero en el seminario de La Plata.

Al dar la bienvenida y presentar al prelado proveniente del vaticano, el obispo diocesano recordó los lazos afectivos que unían a Vérgez y a Pironio con Nueve de Julio, la tarea que actualmente desempeña el otrora padre Fernando como presidente del Gobierno de la Ciudad del Vaticano y, sobre todo, la significación y relevancia del reciente reconocimiento de las virtudes heroicas y declaración como “venerable” del cardenal argentino, motivo por el cual estaban reunidos en el santuario diocesano.

Monseñor Vérgez comenzó su disertación recordando su última visita a Nueve de Julio, algunos hitos en la vida del Cardenal, citó su testamento para luego detenerse en la lectura y glosa del Decreto de la Congregación para la causa de los santos por el cual se reconocía sus virtudes y se lo declaraba Venerable. Tal decreto, luego de repasar datos biográficos, reconoce en ellos el ejercicio de la heroicidad de las virtudes teologales, cardinales y anexas en tales circunstancias existenciales, lo cual funda el reconocimiento eclesial.

Luego, haciendo referencia a los acontecimientos de fe celebrados en estos días de la semana santa y el triduo sagrado, afirmó, desde su conocimiento personal por haber convivido y servido durante tantos años al Purpurado, que la suya fue una existencia auténticamente “pascual” porque supo asumir y sobrellevar las cruces de su vida transformándolas en alegre testimonio de amor y servicio a la Iglesia.

Para ello hizo referencia a diferentes momentos de la vida, particularmente de su última enfermedad, tanto como al retiro predicado al Papa y la Curia romana en 1974 o pasajes de su Testamento espiritual.

Luego de la disertación hubo un espacio para el diálogo. Al ser preguntado por el milagro que daría lugar a la beatificación, relató pormenorizadamente y con detalles el hecho mismo y el proceso de su constatación. Se trata de la curación de un bebé marplatense intoxicado a quien se había diagnosticado muerte segura, atribuyéndose su curación a la intercesión de Pironio. Dicha curación fue certificada rigurosamente por diversas instancias científicas, según explicó monseñor Fernando, quien tuvo acceso a tal documentación.

También se escuchó el testimonio de un vecino de Dudignac, quien recordó su vivencia -y la toda la comunidad- con motivo de la visita del Cardenal a dicha localidad para celebrar el cincuenta aniversario de su ordenación sacerdotal el año 1993.

El padre Guillermo Gómez, párroco de la Catedral y rector del Santuario diocesano, agradeció la presencia de monseñor Vérgez Alzaga, recordando al padre “Pedrito” Traveset y citando un testimonio del prelado vaticano que sintetizaba la vida y figura del purpurado nacido en Nueve de Julio.

El martes de “la octava de pascua”, el obispo Vérgez presidió la concelebración eucarística en el monasterio “San José” de las hermanas carmelitas descalzas en la ciudad de Nueve de Julio. Luego tuvo un encuentro con la comunidad de monjas, en un clima alegre, compartiendo recuerdos y anécdotas.

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