El Club Atlético 9 de Julio atraviesa un momento histórico. Mateo Villalba, juvenil de su equipo de rugby, fue convocado por la Unión Argentina de Rugby (UAR) para integrar la Academia Nacional, semillero de talentos que forma a los futuros jugadores de Los Pumas.
La noticia llegó oficialmente a través de la Unión de Rugby del Oeste de Buenos Aires (UROBA) y fue celebrada con orgullo por toda la comunidad deportiva nuevejuliense. Pero fue el propio protagonista quien le puso voz y emoción a este hito, al hablar en el programa Despertate que se emite por Cadena Nueve, Máxima 89.9 y Visión Plus TV.
“Una emoción terrible”: así se enteró Mateo
“Estaba en la escuela, en sexto año de la Comercio, y me llegó una llamada. No lo podía creer. Fue una emoción terrible”, relató Mateo, visiblemente conmovido. Apenas colgó, llamó a su padre y se quebró. “Me largué a llorar. Fue una noticia muy inesperada”, confesó.
La convocatoria es para formar parte de la preselección juvenil M20, que se entrena en la reconocida Casa Pumas, en Buenos Aires. Allí, los jóvenes con mayor proyección del país reciben preparación técnica, física, táctica y también acompañamiento nutricional, médico y psicológico. Es, en pocas palabras, el trampolín directo al rugby profesional.
Un camino que empezó a los 12 y se consolidó con esfuerzo
Mateo comenzó a jugar al rugby a los 12 años en Atlético 9 de Julio. Hoy, con 18, asegura que este logro no es una casualidad. “Hace dos años que empecé a entrenar más fuerte, con seriedad, con nutricionista y entrenamientos por fuera del club también. Le metí cabeza, y dio sus frutos”.
Al ser consultado por el acompañamiento, no dudó: “Mis entrenadores, mis compañeros y sobre todo mi familia fueron fundamentales. Siempre me empujaron a dar lo mejor de mí”.
Orgullo para el club y el rugby local
La noticia fue recibida con entusiasmo tanto por los entrenadores del club como por sus compañeros de equipo. Para todos, la convocatoria de Mateo representa un símbolo del trabajo que Atlético viene realizando en la formación deportiva de sus juveniles.
“Me felicitaron todos. Agradecí mucho porque muchos me ayudaron a crecer. Sobre todo a mi entrenador, que siempre me impulsó a ser mejor”, señaló Villalba, quien ya participó de su primera jornada en la Academia, donde fue sometido a testeos físicos, evaluaciones y entrenamientos específicos.
El desafío de equilibrar el estudio y el alto rendimiento
Además de su actividad deportiva, Mateo está finalizando el secundario. Reconoce que no es sencillo equilibrar ambas responsabilidades, pero se esfuerza por mantenerse firme. “No voy 10 de 10 con las materias, pero la vamos llevando”, dijo entre risas. “Matemática me cuesta un poco más…”, admitió.
El apoyo de siempre: la familia
En cada respuesta, Mateo vuelve a mencionar a sus padres. “Mis viejos siempre estuvieron. Me bajaron a tierra en los momentos de ansiedad. Esta noticia fue buena para todos. Nos emocionó a todos”.
A la espera de nuevas citaciones —que llegan semana a semana según el calendario de la UAR—, Mateo ya regresó a 9 de Julio, pero sigue entrenando con la mirada puesta en lo que viene.
Un mensaje que inspira
“Esto no es casualidad”, repitió durante la entrevista. Y es mucho más que una frase: es la síntesis de un recorrido hecho de constancia, pasión y disciplina. El “pichón de Puma” de Atlético 9 de Julio ya dio el primer gran paso. Y lo mejor, sin dudas, está por venir.