Hoy, 26 de julio, se celebra la fiesta de San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María y abuelos de Jesús. Esta celebración es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de la familia y la fe en nuestras vidas.
San Joaquín y Santa Ana son venerados en la tradición católica como los padres de la Virgen María. Aunque no se mencionan en los Evangelios canónicos, su historia se encuentra en textos apócrifos y en la tradición oral. Se cree que San Joaquín era un hombre justo y piadoso, mientras que Santa Ana era una mujer virtuosa y devota.
La celebración de San Joaquín y Santa Ana es importante porque honra a los abuelos de Jesús, destaca la importancia de la familia y inspira la devoción y la oración. San Joaquín y Santa Ana son venerados como modelos de fe y virtud, y su ejemplo puede ser una fuente de inspiración para muchos. Para celebrar esta fiesta, se pueden realizar varias actividades, como asistir a misa, rezar el rosario y pasar tiempo con la familia. Estas acciones pueden ayudar a reflexionar sobre la importancia de la fe y la familia en nuestras vidas.