Cada 8 de agosto, la Iglesia Católica honra a Santo Domingo de Guzmán, conocido por ser el fundador de la Orden de Predicadores, también conocida como los dominicos.
Es el Patrono de Nueve de Julio y el orden que le dio a las oraciones fue fomento del actual rito del Rezo del Rosario, convirtiéndose a la ciudad en la de mayor oraciones en la diócesis.
Domingo nació el 8 de agosto de 1170 en Caleruega, Burgos, España. Hijo de la Beata Juana de Aza y el Venerable don Félix Núñez de Guzmán, recibió una sólida educación en artes, filosofía y teología en Palencia, donde también fue profesor de la escuela catedralicia durante cuatro años.
En 1190, después de recibir la tonsura, Domingo se vio profundamente afectado por la hambruna que azotaba la región. Su compasión lo llevó a donar gran parte de sus pertenencias y su biblioteca personal para ayudar a los necesitados. Un acto de valentía y generosidad destacable fue cuando se ofreció en rescate de un prisionero musulmán, un gesto que, aunque no se concretó, demostró su firme determinación y ganó el reconocimiento del pueblo.
Llamado a la Misión y Fundación de los Dominicos
A los 24 años, Domingo fue nombrado canónigo de la catedral de Osma y, un año después, fue ordenado sacerdote. Durante un viaje a Dinamarca con el obispo de Osma, quedó impactado por la extensión de la herejía albigense (catarismo) y comprendió la necesidad de una predicación efectiva para fortalecer la fe cristiana.
En 1207, Domingo se dedicó plenamente a su misión apostólica y fundó la Orden de Predicadores, una comunidad dedicada a la predicación y la enseñanza. La Orden fue oficialmente establecida en Toulouse, Francia, durante la Cruzada albigense y confirmada por el Papa Honorio III el 22 de diciembre de 1216.
La Visión del Rosario
Según la tradición, Santo Domingo recibió el Rosario de la Virgen María en una visión. La Virgen le enseñó cómo rezarlo y le prometió que aquellos que lo hicieran recibirían abundantes gracias. Esta visión convirtió a Domingo en el principal propagador del Rosario, una de las oraciones marianas más importantes de la Iglesia.
Legado y Canonización
Santo Domingo falleció el 6 de agosto de 1221 en Bolonia, Italia, a la edad de 50 años. Fue canonizado por el Papa Gregorio IX en 1234, quien afirmó: “De la santidad de este hombre estoy tan seguro como de la santidad de San Pedro y San Pablo”.
Impacto de las Órdenes Mendicantes
Las órdenes mendicantes, como los dominicos y franciscanos, jugaron un papel crucial en sostener a la Iglesia durante las crisis del siglo XIII y la baja Edad Media. Hoy en día, los seguidores de Santo Domingo continúan con la misión de predicar el Evangelio con renovado fervor.
Con motivo del VIII Centenario de la muerte de Santo Domingo, el Papa Francisco escribió una carta al Maestro General de la Orden de Predicadores, instando a todos los bautizados a seguir el ejemplo de Domingo y llevar el Evangelio a las “periferias” del mundo.
La celebración de Santo Domingo, conforme a un ordenamiento de las fechas desde el vaticano, corresponde al 8 de agosto.
La catedral de Nueve de Julio, el tempo sede del Obispado lleva su nombre y en la celebración de esta Fiesta Patronal, junto a jornadas de oración, el obispo Ariel Torrado Mosconi ha convocado a compartir un almuerzo comunitario en el Centro Pastoral Cardenal Pironio el domingo 4 de agosto, para fortalecer los lazos cristianos y marianos, tal como quedó demostrado. 
Agencia MTR