El 16 de noviembre se celebra el Día Internacional del Flamenco, fecha que busca recordar el día exacto en que la UNESCO, reconoció a la cultura andaluza como patrimonio de la humanidad.
El flamenco fue declarado Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO en 2010 en Naibori (Kenia), a propuesta de la Junta de Andalucía, con el apoyo de Murcia, Extremadura y del Gobierno central español.
Para su candidatura, a comienzos de 2010 se puso en marcha la campaña “Flamenco soy“, que llegó a promocionarse en ciudades como Madrid y Barcelona, y en festivales internacionales.
El flamenco es un arte, donde se conjugan el cante, toque y baile de las diferentes culturas que convivieron en Andalucía en el siglo XV. Desde entonces su estilo único e historia se ha trasmitido de generación en generación de forma oral.
En el flamenco existen dos tipos de personajes, el cantante que por lo general se encuentra sentado y puede o no estar acompañado de la guitarra española.
Por otro lado, tenemos a el bailaor o bailaora, quién por medio de su cuerpo exteriorizará el sentimiento expresado en la letra y voz del cantante. En todo momento, tanto la letra como el baile, estará cargada de emociones sinceras, palabras sencillas y una expresión única, que en conjunto transportarán al espectador hacia otro mundo, el mundo del flamenco.