
La crisis de la industria bonaerense, jaqueada por la caída del consumo interno, está en uno de sus momentos más duros: según datos oficiales, el nivel de uso de la capacidad instalada en el sector es hoy inferior al que se registró durante el pico de la pandemia de Covid.
Los datos muestran que el 2019, la capacidad instalada de la industria de la Provincia era del 62,8%, y en 2020, el año de la pandemia, descendió a un magro 61,8%. Después hizo un pico -modesto- en 2022 del 66% pero ahora están en el 61%.
Para el ministro López, el cuadro es claro: sin una mejora sostenida de los ingresos y del empleo, la producción industrial no tiene perspectivas de recuperación. La caída del consumo interno, sumada a la presión importadora, reduce el mercado para las empresas locales y profundiza la pérdida de puestos de trabajo, especialmente en las ramas más sensibles.
“La industria se ha consolidado como la gran perdedora de la era Milei, desplazada por la producción extranjera y viendo reducido el mercado local. Debemos tomar medidas de respaldo, por nuestra producción y por el empleo argentino”, señaló López.


