En una acción histórica para el fútbol local, el club Dudignac logró que se reconocieran sus derechos de formación sobre el futbolista Nacho Fernández, quien tras su paso por el club de 9 a 14 años, continuó su carrera en Gimnasia y luego dio el salto a River Plate. Este logro se debe a la implementación de la Ley Nacional 27.211, que regula los derechos de formación de jugadores en el fútbol argentino.
César García, abogado y dirigente del club, explicó en Despertate por Cadena Nueve y Maxima 89.9 el proceso que culminó con el reconocimiento de estos derechos, que fueron ignorados durante años por la AFA. Esta ley establece un sistema de compensación para los clubes que formaron a jugadores desde los 9 hasta los 18 años, garantizando que reciban un porcentaje por los pases de esos futbolistas cuando se realizan transferencias, tanto a nivel nacional como internacional.
La ley que cambió el panorama
El reclamo fue posible gracias a la Ley 27.211, sancionada en 2015, que amplió los derechos de los clubes sobre los jugadores jóvenes. Antes de su implementación, solo los pases internacionales estaban sujetos a compensación, pero la nueva normativa permitió extender ese derecho a los traspasos dentro del país, un aspecto que era muy necesario para los clubes de pueblos pequeños como Dudigna.
García detalló que, en el caso de Nacho Fernández, el club reclamó los derechos correspondientes a la formación entre los 9 y 14 años, periodo en el que el futbolista estuvo en Dudigna. El resto de los derechos, hasta los 18 años, fueron asumidos por Gimnasia. Sin embargo, la falta de reglamentación por parte de AFA en el tiempo estipulado hizo que el club decidiera emprender acciones legales, a fin de evitar que los derechos fueran perdidos.
Un juicio largo pero fructífero
El reclamo legal fue iniciado en 2016, cuando García se dio cuenta de que la AFA no había implementado los mecanismos adecuados para que los clubes reclamaran estos derechos. “El sistema de compensación que existía hasta ese momento solo cubría los pases internacionales. Nosotros no podíamos permitir que el club se quedara sin el dinero que le correspondía por los años de formación de un jugador de la talla de Nacho Fernández”, explicó el abogado.
El juicio no fue sencillo. River Plate, club al que Fernández pasó a los 14 años, negó el reclamo y las negociaciones en mediación no prosperaron. Fue entonces cuando García, con el respaldo del club, decidió iniciar una demanda judicial formal que finalmente llevó a un acuerdo favorable. “Fuimos a juicio porque no había jurisprudencia, pero la ley estaba a nuestro favor. Logramos que se reconocieran todos los derechos de formación que nos correspondían por la ley”, comentó García.
Impacto en el club y en la comunidad
El fallo judicial, que reconoció los derechos de formación, permitió que Dudigna recibiera una compensación económica que, aunque no tan elevada como la que recibirían clubes más grandes, es un recurso vital para las finanzas del club. Con estos fondos, el club podrá encarar la tan esperada obra de los vestuarios, un proyecto crucial para mejorar las condiciones de los jugadores y fortalecer la infraestructura deportiva del club.
“Este dinero es fundamental para mejorar las instalaciones y continuar con el trabajo formativo. Los clubes de pueblo, como Dudigna, no tienen ingresos significativos, por lo que cada logro como este tiene un impacto directo en la comunidad. La obra de los vestuarios es solo el comienzo”, destacó García. El presidente del club subrayó que la ayuda económica permitirá también mejorar otros aspectos de la institución, como la infraestructura del campo de juego y los viajes de los equipos a los partidos.
Un precedente para otros clubes
Este fallo también sienta un precedente para otros clubes pequeños que, como Dudignac, han formado a jugadores que luego han dado el salto a equipos de mayor nivel. La victoria de Dudignac abre la puerta para que otros clubes reclamen los derechos de formación que les corresponden, un aspecto fundamental para la supervivencia de los clubes de pueblos pequeños, que a menudo luchan por obtener recursos.
“Lo que conseguimos no solo beneficia a nuestro club, sino que puede servir de ejemplo para muchos otros clubes de pueblos pequeños que están en la misma situación. Es un derecho que les corresponde por el trabajo de formación que hacen, y a partir de este caso, muchos más podrán pedir lo que es justo”, concluyó García.
La lucha continúa
El trabajo de formación en los clubes de pueblo es a menudo invisible y sin el respaldo necesario, por lo que estos logros son un paso importante para que se reconozca el esfuerzo de tantos clubes pequeños que, a pesar de las dificultades económicas, siguen apostando por la formación de jóvenes talentos.
Para Dudignac, este paso representa mucho más que una victoria económica. Es un símbolo del esfuerzo constante de los clubes de pueblo, que, pese a sus limitaciones, siguen formando futbolistas y brindando a la comunidad una infraestructura vital para el desarrollo de los jóvenes en el deporte. Con los fondos obtenidos, el club de Dudigna da un gran paso hacia la mejora de sus instalaciones y el bienestar de los futbolistas que continúan trabajando por un futuro mejor.



