
En un escenario político marcado por definiciones urgentes de cara a las elecciones del 7 de septiembre (7S), el PRO de la provincia de Buenos Aires enfrenta una interna cada vez más áspera. La discusión gira en torno a la posibilidad de conformar un frente electoral con La Libertad Avanza (LLA), pero en el interior bonaerense se alzan voces que se niegan a entregar su autonomía y representación. Entre ellas, se destacan con fuerza los intendentes de Junín, Pablo Petrecca, y de Nueve de Julio, María José Gentili, quienes encabezan lo que ya se denomina la “resistencia macrista”.
La reunión que expuso las diferencias
Durante una reunión virtual de la mesa bonaerense del PRO realizada este lunes, distintos dirigentes plantearon sus reparos ante un eventual acuerdo con LLA. El encuentro fue previo a una nueva ronda de negociaciones entre Cristian Ritondo —presidente del PRO provincial— y Sebastián Pareja, armador político del oficialismo libertario.
Allí se manifestaron múltiples advertencias: desde el temor a perder identidad partidaria hasta el rechazo a ceder el armado de listas en distritos actualmente gobernados por el macrismo. Fue, según fuentes partidarias, una señal clara de que la estrategia electoral todavía está lejos de consolidarse.
Junín: “¿Por qué cambiar algo que funciona?”
Pablo Petrecca, intendente de Junín y una de las figuras más activas del PRO en el interior, fue tajante:
“En Junín funciona bien Juntos por el Cambio. ¿Por qué cambiar? Tenemos que hacer los mayores esfuerzos para que todos los que pensamos de manera parecida, y que creemos que el kirchnerismo está haciendo daño en la provincia, podamos ir todos juntos”.
El mensaje es claro: resistencia a una fusión que implique diluir la identidad del PRO, con una preferencia explícita por mantener el armado con la UCR y la Coalición Cívica, si fuera necesario sin La Libertad Avanza.
Petrecca también denunció desorden en el armado libertario y la falta de respeto por los liderazgos locales. “Los referentes libertarios de cada distrito no tienen una directiva clara. Lo que buscamos es que se respete lo que venimos laburando, es un tema de gobernabilidad”, afirmó un colaborador cercano al jefe comunal.
Nueve de Julio: Territorio y gobernabilidad como banderas
Desde Nueve de Julio, María José Gentili replicó el mensaje. La intendenta fue una de las que más enfáticamente se opuso a ceder el control del armado local. Su argumento es compartido por varios jefes comunales del PRO:
“Quien tiene el territorio, tiene la autoridad para armar las listas”.
La médica remarcó su reserva hacia un acercamiento exclusivo con LLA, señalando la mala relación entre referentes libertarios y las gestiones locales. La crítica apunta no solo a lo programático, sino también al destrato y las diferencias operativas que dificultan cualquier intento de unidad electoral.
La resistencia se centra en no ceder los primeros lugares en las listas de concejales, que hoy representan una base de gobernabilidad fundamental en sus municipios. Para estos jefes comunales, lo contrario sería poner en riesgo la estabilidad institucional local.
Los intendentes temen que los concejales de LLA, al no estar alineados con sus gestiones, terminen siendo opositores internos y desestabilizadores, lo que comprometería la gobernabilidad municipal.
Reuniones, presión y una interna que no cierra
Cristian Ritondo, por su parte, continúa presionando para lograr una coalición anti-K que incluya a LLA. Sostiene que, sin un frente unificado, el PRO corre el riesgo de perder poder territorial, como ocurrió en elecciones anteriores cuando se presentó por fuera de alianzas en varios distritos.
Sin embargo, la resistencia macrista del interior no cede. Junto a Petrecca y Gentili, también se expresaron en contra del acuerdo intendentes como Soledad Martínez (Vicente López), Javier Martínez (Pergamino) y Jorge Etcheverry (Lobos). Todos coinciden en que ceder los primeros lugares de las listas a un socio volátil es un error estratégico y político.
¿Reedición de JxC o ruptura total?
Con la UCR y la Coalición Cívica expectantes, el debate se orienta ahora hacia la posibilidad de reconstruir Juntos por el Cambio. María Eugenia Vidal reflotó esta opción en la última convención nacional del PRO, apelando a los años de gestión conjunta y al destrato que el macrismo sufrió por parte de LLA, especialmente en la Ciudad de Buenos Aires.
“Estamos teniendo diálogo con todos los actores que entendemos son afines y podemos terminar en una misma construcción”, dijo un dirigente radical.
Aun así, dentro del PRO hay sectores que descartan por completo esa posibilidad. “5% de expectativa de voto”, ironizó un operador bonaerense, mientras otro fue más gráfico:
“Es como tener un local que arregla televisores blanco y negro en la Quinta Avenida, entre Apple y Samsung. ¿Cómo lo ves?”.
Conclusión
La interna del PRO bonaerense se recrudece, con el tiempo electoral como amenaza inminente. Junín y Nueve de Julio se convirtieron en los símbolos de la resistencia al acuerdo con los libertarios, planteando que sin respeto al trabajo territorial y sin reglas claras, no hay posibilidad de integración real.
Lo que está en juego no es solo una estrategia electoral, sino el futuro del armado opositor en la provincia de Buenos Aires. Y, por ahora, la grieta no es entre oficialismo y oposición, sino dentro del propio PRO.