En un contexto de retrocesos en materia de derechos, las mujeres de la Unión Cívica Radical (UCR) se reunieron en La Pampa para llevar adelante el Encuentro Nacional de Mujeres Radicales. Allí emitieron un duro documento donde denuncian la ofensiva global de la ultraderecha y el impacto regresivo de las políticas del actual gobierno nacional sobre las mujeres, los sectores populares y el sistema democrático.
“El feminismo que defendemos es profundamente democrático, igualitario y humanista”, afirmaron en el texto final, donde también repudiaron la complicidad de sectores del radicalismo con fuerzas políticas que, según señalaron, “transforman el odio en doctrina”.
Un diagnóstico crítico y un llamado a la acción
El documento advierte sobre el avance de discursos y políticas antiderechos en el mundo y en Argentina, que afectan especialmente a mujeres, diversidades y juventudes. Se señala que el discurso de odio, la desinformación en redes sociales y el desmantelamiento de políticas públicas de género constituyen una amenaza real para la igualdad.
En nuestro país, destacan la eliminación de áreas específicas de género, los recortes presupuestarios y las consecuencias del ajuste sobre el sistema universitario, el mercado laboral y el sistema previsional. Particular énfasis hicieron en la precarización de las mujeres jóvenes, estudiantes y trabajadoras, así como en la exclusión de las mujeres mayores con trayectorias laborales discontinuas.
Un feminismo con raíces radicales
Las dirigentes reivindicaron un feminismo anclado en los valores históricos del radicalismo. “No buscamos invertir privilegios, sino construir justicia”, expresaron, al tiempo que exigieron paridad real en los espacios de toma de decisiones partidarias. Solicitaron que la Secretaría de la Mujer integre la mesa de conducción del partido y convocaron a todos los comités a asumir la igualdad como un principio ético y político innegociable.
También cuestionaron las alianzas con sectores antiderechos: “No hay identidad radical posible en acuerdos con quienes niegan la igualdad de género y promueven el odio como programa”.
Justicia, memoria y derechos humanos
En el documento también se reclama una justicia con perspectiva de género y se denuncia la desigualdad en el tratamiento de las causas judiciales. Las mujeres radicales respaldaron el fallo de la Causa Vialidad, pero criticaron la inacción judicial ante otros casos de corrupción.
Finalmente, reafirmaron su compromiso con la democracia, la paz, los derechos humanos y la convivencia plural. Rechazaron expresamente el antisemitismo, la islamofobia, la discriminación y todas las formas de violencia por razones políticas, religiosas, étnicas, de género o diversidad sexual.
Un llamado a sostener las banderas históricas
“Es democracia sin hipocresía. Es igualdad sin excusas. Es el radicalismo que vale la pena”, concluye el documento, en alusión a figuras históricas del partido como Alem, Yrigoyen, Elvira Rawson, Illia, María Teresa Morchio, Florentina Gómez Miranda, Margarita Malharro y Raúl Alfonsín.
Desde Santa Rosa, las mujeres radicales enviaron un mensaje claro al interior del partido y al país: sin igualdad de género no hay radicalismo posible.
Agencia MTR