En las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer, los síntomas van más allá de los olvidos. Un nuevo informe del Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido señala que los cambios de humor y los episodios de confusión pueden ser señales tempranas tan importantes como la pérdida de memoria, y a menudo pasan desapercibidos en la vida cotidiana.
Aunque la mayoría de las personas relaciona la demencia con fallas en la memoria, los especialistas destacan que otros síntomas pueden anticiparse.
Según el NHS, los primeros indicios pueden incluir ansiedad creciente, dificultad para tomar decisiones y una marcada confusión, síntomas que no siempre se reconocen como señales de alerta.
“A menudo hay signos de cambios de humor”, advierte el NHS, y subraya que estos pueden manifestarse incluso antes que los olvidos evidentes.
Entre los síntomas cognitivos iniciales, también se identifican la tendencia a extraviar objetos, olvidar nombres de lugares comunes y tener dificultades para encontrar palabras durante una conversación. En algunos casos, estos episodios se repiten con frecuencia sin que la persona afectada lo advierta.
Conforme la enfermedad progresa, surgen problemas más severos como la desorientación, las alucinaciones y los delirios, además de un aumento en la dependencia para realizar tareas básicas. Esto representa un desafío emocional y logístico tanto para los pacientes como para sus cuidadores.
La detección temprana permite acceder a tratamientos que, si bien no curan, pueden ralentizar el deterioro. Medicamentos pueden mejorar temporalmente los síntomas y ayudar a conservar cierta autonomía durante las fases iniciales.
Asimismo, los expertos insisten en la prevención. Mantener una buena salud cardiovascular, hacer ejercicio regularmente, llevar una dieta equilibrada y evitar el alcohol y el tabaco son estrategias que reducen el riesgo de desarrollar Alzheimer.
El impacto de esta enfermedad va mucho más allá de lo médico: afecta el tejido familiar y social.
Por eso, reconocer estas señales invisibles a tiempo puede marcar una gran diferencia.
Según el NHS, estar atentos a los cambios de ánimo y la confusión podría ser el primer paso para mejorar la vida de quienes conviven con el Alzheimer.