Este viernes 13 de junio, a partir de las 21 horas, la Biblioteca José Ingenieros de Nueve de Julio será el escenario de “La Fiesta del Fiambrín”, una obra teatral inmersiva dirigida por el reconocido director Gustavo Delfino. La propuesta, nacida de una creación colectiva junto a Luna Cano Fournier y un grupo teatral nuevejuliense, invita al público a sumergirse en una experiencia artística que mezcla humor, memoria, crítica social y celebración comunitaria.
En diálogo en Despertate, por Cadena Nueve y Máxima 89.9, Delfino explicó el espíritu de esta puesta en escena que desde su nombre, “La Fiesta del Fiambrín”, despierta la imaginación. “Uno escucha ‘fiambrín’ y piensa en ir con una botella de vino o cerveza… acotó Gustavo Tinetti, agregando Delfino, ‘ pero justamente de eso se trata: de seguir la intuición, de jugar, de recuperar esa mirada ingenua y afectiva de las fiestas populares”, señaló.
Una obra que indaga en la memoria colectiva
La obra se basa en un pueblo ficticio donde dos facciones se disputan la organización de una fiesta que, paradójicamente, va saliendo cada vez peor. Delfino destaca que esta premisa funciona como una metáfora del presente: “Nos preguntamos qué hacer cuando todo parece que no funciona, cuando nos van quitando las ganas de celebrar en comunidad. La Fiesta del Fiambrín es una respuesta desde el arte, desde el humor sano, desde el encuentro”.
El espectáculo es inmersivo: el público es parte activa de la celebración, desde que pisa la vereda de la biblioteca. “No es un teatro convencional. Queríamos que cada etapa —desde la espera hasta el desarrollo del conflicto— sea parte del código artístico que envuelve al espectador. Es como en la vida: uno llega a una fiesta y ya empieza a vivir la experiencia antes de que arranque”, detalló el director.
Humor desde la ternura y la complicidad
A diferencia del humor tradicional que muchas veces se apoya en la burla o el desprecio hacia el “tonto”, La Fiesta del Fiambrín apuesta a un humor afectivo y familiar. “Queríamos reírnos con, no de. Reírnos de las cosas cotidianas, de los personajes que se construyen desde el amor, desde la ternura. Es un humor más noble, si se quiere”, señaló Delfino.
La obra ha tenido un gran recibimiento tanto en su estreno en 9 de Julio como en otras localidades donde se presentó en gira. “La gente participa, se ríe, baila, y lo más hermoso es que vuelve. Muchos repiten, y al ser una experiencia inmersiva, cada función es distinta”, subrayó.
Un proyecto colectivo con raíces locales
La Fiesta del Fiambrín es una creación colectiva. “Los intérpretes no solo actúan, también escribieron los textos y construyeron las situaciones. Es un logro colectivo que recupera parte de la identidad de nuestras localidades y la transforma en arte”, expresó Delfino, quien además valoró la participación del grupo teatral local de 9 de Julio, “gente con mucho talento, mucho entusiasmo y con un verdadero sentido de pertenencia artística”.
Delfino también destacó su vínculo con Luna Cano Fournier, con quien comparte no solo esta obra, sino un largo camino de formación y creación: “Es muy lindo este ciclo donde ella, que comenzó como estudiante, hoy es mi compañera de dirección y hasta me dirige a mí en otra obra. Eso habla del crecimiento mutuo y de cómo se multiplica el trabajo teatral cuando hay pasión y compromiso”.
Biblioteca José Ingenieros: un faro cultural en la región
Consultado sobre el rol del espacio que albergará la función, Gustavo Delfino no escatimó elogios hacia la Biblioteca José Ingenieros. “Llevo más de 13 años recorriendo el interior de la provincia y he visto de todo. Y lo que pasó y está pasando en esta biblioteca es notable. Pasó de ser un lugar con propuestas a pulmón, a convertirse en una referencia cultural a nivel provincial. Me lo dicen colegas de Capital y de otros lugares que han venido a presentar obras”.
Destacó, en particular, el rol de la dirección actual, a cargo de María Vélez, y la calidad del público nuevejuliense. “Hoy, este espacio no solo sostiene a su público tradicional, sino que atrae a nuevos espectadores, incluso a quienes nunca habían ido al teatro. Eso es vital. Porque el teatro vive en la comunidad”, afirmó.
Finalmente, Delfino hizo un llamado a seguir apoyando estos espacios, aunque cueste salir de casa. “Se están generando cosas hermosas. Y cuando todo eso sucede —un equipo humano comprometido, público, propuestas de calidad—, el arte crece, y con él, crece también nuestra comunidad”.