El último fin de semana de abril, la vida de una familia quedó destrozada por la irresponsabilidad de un conductor alcoholizado. Brisa Vaccarini, una adolescente de 16 años, caminaba junto a su madre Mónica y su hermano Lautaro en dirección a hacer unas compras para festejar el cumpleaños de su padre, cuando una camioneta fuera de control se subió a la vereda y las embistió violentamente. La joven murió en el acto y su madre resultó gravemente herida.
Luchemos por la Vida recuerda circular con cuidado y máxime ante un fin de semana largo.
El conductor fue identificado como Javier González, de 43 años, quien registró 2.4 gramos por litro de alcohol en sangre, una cifra cinco veces superior al límite legal permitido. Se trata de una cantidad que denota un alto grado de intoxicación y refleja un desprecio total por la vida ajena. Según trascendió, González había tomado la camioneta de un cliente, y en ese estado decidió circular por la vía pública.
Vecinos y familiares exigen justicia y el cumplimiento efectivo de la Ley de Alcohol Cero, vigente en la provincia de Buenos Aires, que prohíbe conducir cualquier tipo de vehículo con alcohol en sangre. Sin embargo, la escasez de controles y la falta de fiscalización continúan siendo un problema grave, dejando en evidencia la responsabilidad del Estado en la prevención de estos hechos evitables.
En este contexto, y a pocos días de que comience un fin de semana largo, las autoridades recuerdan la importancia de conducir con extrema precaución, respetar las velocidades máximas, las señales y normas de tránsito. Es un período donde suelen incrementarse los siniestros viales y, por eso, se insiste en la necesidad de actuar con responsabilidad al volante para evitar nuevas tragedias.
La próxima 8ª Semana Mundial para la Seguridad Vial, que se celebrará del 12 al 18 de mayo bajo el lema #SeguridadAPie #SeguridadEnBici, busca justamente visibilizar la necesidad de proteger a los usuarios más vulnerables del tránsito. Naciones Unidas alienta a los países a reforzar el control del alcohol al volante, reducir las velocidades y mejorar la infraestructura para lograr calles más seguras.
“La vida de Brisa se apagó por la negligencia de un conductor borracho, pero también por la ausencia del Estado que no controla, no sanciona y no cuida”, expresó un allegado a la familia en redes sociales.
La tragedia de Berazategui vuelve a poner sobre la mesa una verdad que ya nadie puede ignorar: el alcohol al volante mata.