Recientemente, el gobierno nacional ha decidido liberar el precio del gas envasado, lo que ha generado una serie de ajustes y reflexiones dentro del mercado nuevejuliense.
Este cambio, impulsado por una resolución del Gobierno Nacional, implica que los precios serán determinados por el mercado. Esta medida ha suscitado preocupaciones sobre el impacto en los consumidores.
Sergio De Sogos, integrante de una empresa tradicional – Carlos A. De Sogos- en el rubro desde 1967, comparte su perspectiva sobre estos cambios, en ‘Despertate’ por Cadena Nueve y Máxima.
Con una trayectoria de más de 50 años en el mercado, han enfrentado diversas etapas de evolución en el sector, adaptándose a los cambios económicos y las necesidades de la comunidad.
La liberación del precio del gas es un desafío significativo para las empresas distribuidoras como la que represento. A pesar de no ser los fijadores del precio, tienen que adaptarse a los ajustes y comunicar de manera transparente a sus clientes sobre las variaciones. La empresa se ha enfocado en mantener una relación cercana y empática con su clientela, basada en la confianza, resaltó Sergio De Sogos.
Sergio señaló que utilizan una página de Facebook para mantener informados a sus clientes sobre precios, horarios y otras novedades. La transparencia y la comunicación constante son claves para gestionar la percepción del cliente y minimizar el impacto negativo de los aumentos de precios. Además, han implementado medidas para evitar que los precios lleguen a ser distorsionados por otros intermediarios en la cadena.
Precios Actuales de las Garrafas de Gas
Según De Sogo, la resolución gubernamental ha llevado a un aumento significativo en el precio de las garrafas, afectando tanto el gas butano como el propano. En su empresa, Carlos De Sogo, los precios actuales son los siguientes: la garrafa de 10 kg se vende a 10,500 pesos, la de 15 kg a 15,800 pesos, y las microgarrafas de 1 kg, 2 kg y 3 kg tienen precios de 2,600 pesos, 5,200 pesos y 7,200 pesos respectivamente. La garrafa de 45 kg, aún disponible en el mercado, cuesta 41,800.
De Sogo explica que el aumento en los precios no solo impacta en el costo directo para los consumidores, sino que también afecta la dinámica del negocio. La liberación de precios ha generado desafíos adicionales para las empresas distribuidoras que, como la suya, tienen que gestionar los costos de distribución y mantener la satisfacción del cliente fren.
En la entrevista, De Sogo destacó el compromiso de su empresa con la comunidad, subrayando que, a pesar del incremento en los precios, su enfoque sigue siendo el de ofrecer un servicio de calidad y mantener una relación cercana con los clientes. También mencionó que, aunque no son responsables directores de la fijación de precios, la empresa ha optado por mantener la transparencia y ofrecer información actualizada a través de sus canales de comunicación, como su página.
Además, De Sogo reveló que su empresa, que tiene una larga historia en la región, sigue gestionando la venta y recarga de garrafas, manteniendo un enfoque ético al evitar la venta de envases y centrándose en la distribución directa a los clientes. Este enfoque busca prevenir el mercado negro y asegurar que el servicio proporcionado