Por el incremento de los costos, en el marco de la pandemia, que “amenaza la cadena de pagos del Sistema de Salud”, el Ministerio de Salud autorizó a las empresas de medicina privada a incrementar a partir del 1° de febrero de 2021 en hasta un 7% las cuotas de los afiliados a las prepagas.
Si bien desde la Superintendencia de Seguros de Salud se había anunciado que el incremento a partir de febrero sería del 10%, finalmente se autorizó una suba de hasta el 7%. La medida fue oficializada a través de la Resolución 2987/2020, que fue publicada en el Boletín Oficial con la firma del Ministro de Salud de la Nación, Ginés González García.
Lo mismo había sucedido con el aumento estipulado para diciembre: en principio se informó que se incrementaría un 15% y el Gobierno terminó aprobando una suba de hasta el 10%.
Con este incremento, desde febrero, un plan de salud familiar, en promedio, rondaría los $ 18.000. Y más de $ 25.000 los planes de mayor alcance. No obstante, las prepagas consideran que el aumento autorizado es insuficiente.
La Resolución detalla las ayudas y “apoyos financieros” que, por la pandemia, el Estado estuvo otorgando al sector de la salud, como la reducción de las contribuciones patronales a la Seguridad Social, o el pago de una parte de los salarios a través del programa ATP o bonos extraordinarios al personal de Salud.
Además, las cuotas que pagan los afiliados a las prepagas tienen un costo fiscal para el Estado porque son deducibles hasta un 5% de la ganancia neta de cada año de la base imponible del impuesto a las Ganancias.
Entre los considerandos se destacó que a lo largo de 2020 y a raíz de las diferentes medidas de aislamiento y distanciamiento social decretadas por la pandemia del coronavirus “se produjo una limitación en la circulación de las personas, con el consecuente impacto en la economía, afectando a las empresas, a las actividades independientes y al empleo, del cual no resultaron ajenos el sistema sanitario y sus actores”.