Un equipo único en América Latina que permite agilizar el proceso de separación del capullo y la pupa para el hilado ha sido desarrollado por especialistas del INTI. Su empleo podría tener un fuerte impacto en la producción de seda.
Interior de la máquina cortacapullos, que acaba de ser presentada en las XVI Jornadas Nacionales de Sericultura y recibió una mención especial en TecnoINTI
Uno de los procesos más laboriosos para los productores de seda es el corte del capullo para separar la vaina de la pupa (gusano) que se encuentra en su interior. Este procedimiento se realiza de manera manual a pesar de que puede abarcar alrededor de 20 mil unidades.
Para resolver esa problemática, técnicos del INTI diseñaron una máquina cortacapullo que facilita y agilizar esta tarea.
“El proceso consiste en ingresar los capullos por una tolva que los descarga en un distribuidor, el que a su vez los ubica en dos discos de plástico, donde luego son cortados por una cuchilla circular. El corte se produce limpio porque se retira la pupa sin ensuciar las fibras, abollar los capullos o disminuir la capacidad productiva”, detalla Hugo Enciso, jefe del Laboratorio de Seda de INTI-Textiles, área desde donde se detectó la necesidad y se decidió indagar sobre soluciones tecnológicas para esta tarea.
“Al comenzar el trabajo se establecieron los parámetros iniciales del diseño para crear una máquina que mejore la calidad de vida de los productores”, explica Ariel Vilas del Laboratorio de Proyectos y Prototipos de INTI-Mecánica, Centro que estuvo a cargo del desarrollo del equipo.
Luego se realizó una búsqueda de antecedentes a través del INPI y se armó un modelo computarizado del sistema de corte y separación para simular su cinemática, la selección de los materiales eléctricos y mecánicos, y la asistencia en la fabricación del prototipo.
Las principales ventajas que ofrece la máquina son que permite cortar más de un capullo por segundo, a diferencia del corte manual que puede demorar veinte veces más; separa el gusano de la fibra; es fácil de usar; almacena los subproductos procesados en diferentes compartimientos; tiene un tamaño reducido que lo hace liviano y fácilmente transportable; funciona con una tensión de 220V; y permite cortar y separar en seco.
Esta tecnología se encuentra en una etapa de validación del equipo para realizar los ajustes necesarios. Una vez que concluya el proceso de testeo se transferirán los planos para que la máquina pueda ser fabricada en el país.
El desarrollo se suma a las acciones que se vienen realizando desde el Ministerio de Industria, cartera de la cual depende el INTI, para propiciar la industrialización de la seda. En esta línea, “la implementación de la máquina permitirá fortalecer la producción de esta fibra milenaria, que en el país está concentrada en poco más de 300 pequeños productores”, concluye Enciso.