En el programa semanal de los jueves a las 9:30, el Padre Daniel Camagna reflexionó sobre el desafiante mensaje de Jesús: “poner la otra mejilla”. Un principio que, en tiempos de conflictos y tensiones sociales, genera interrogantes sobre su verdadera aplicación en el mundo actual. ¿Es un acto de debilidad? ¿O una muestra de gran fortaleza interior?
El ciclo Modo Jubileo sale en Despertate, programa líder de Cadena Nueve, Maxima 89.9 y Vision Plus TV, donde cada jueves, el sacerdote invita a la reflexión profunda sobre valores cristianos esenciales que, aunque arraigados en la tradición, siguen siendo relevantes en la sociedad contemporánea.
El Padre Camagna comenzó la reflexión destacando que este mensaje no debe ser entendido de manera superficial. En un mundo donde las respuestas violentas parecen ser la norma ante la provocación o el conflicto, poner la otra mejilla se presenta como un reto tanto espiritual como práctico. “¿Es un acto de debilidad o, por el contrario, una muestra de verdadera fortaleza?”, preguntó el sacerdote, invitando a la audiencia a repensar este principio desde una nueva perspectiva.
A lo largo del segmento, el Padre Daniel explicó que la enseñanza de Jesús no aboga por la pasividad ante la violencia, sino por romper el ciclo destructivo de la venganza. “Poner la otra mejilla no es ceder a la agresión ni permitir el abuso, sino detener la escalada de violencia“, enfatizó. Según él, al rechazar la tentación de responder con más odio o violencia, se abre la puerta a la paz y se permite la reconciliación. Es una actitud que, aunque difícil, genera un cambio profundo, tanto en el individuo como en la sociedad.
“Esto no siempre tiene que ser literal”, continuó el Padre Camagna, “sino una actitud de renuncia a la venganza y al deseo de devolver el mal con el mal. Es una forma de decir ‘no al ciclo destructivo’, de dar paso a la magnanimidad y la tolerancia”.
El sacerdote profundizó en cómo esta enseñanza se conecta con la resistencia pacífica y el no responder con odio, citando a figuras como Gandhi, que, aunque no se alineó estrictamente con el cristianismo, promovió principios muy cercanos a esta idea. La renuncia a la violencia, dijo, es una inversión a largo plazo: “El cristianismo tiene esa lógica, saber perder hoy para ganar mañana, saber morir para resucitar”.
En el transcurso de la charla, el Padre también reflexionó sobre el contexto sociopolítico actual, señalando cómo las reacciones desmedidas ante conflictos menores —como un accidente de tránsito o una discrepancia pública— reflejan un profundo deterioro institucional. “Estamos viviendo en una época donde es difícil encontrar actos de verdadera reconciliación. Todo se reduce a ganar o perder, sin espacio para la reflexión”, afirmó, señalando la importancia de la educación y la formación como medios para cultivar una convivencia más armónica.
Hablando sobre la política y las actitudes de los representantes del pueblo, el Padre Camagna destacó que la verdadera responsabilidad de los líderes es dar el ejemplo de respeto y tolerancia, en lugar de alimentar divisiones. “Los políticos deben dejar de ver a la sociedad como una serie de batallas a ganar. Deben ser conscientes de que están allí para servir a todos, no solo a sus propios intereses o a sus seguidores”.
“Poner la otra mejilla”, explicó, es también una invitación a la humildad. Lejos de ser un acto de sumisión o debilidad, se trata de un acto de gran grandeza de ánimo. Humildad entendida no como modestia falsa, sino como la capacidad de reconocer nuestras limitaciones y no ceder ante el orgullo y la arrogancia. “La humildad no es decir ‘yo soy el peor’, sino entender quién soy, qué hago y cómo puedo contribuir a la paz”, comentó.
En este punto, el Padre Daniel destacó la importancia de comprender que el evangelio de Jesús no es solo un conjunto de reglas morales, sino una invitación a vivir de manera diferente, a contracorriente del sentido común y de la cultura popular. “Poner la otra mejilla puede ser uno de los preceptos más difíciles de vivir, pero a la vez, uno de los más transformadores”, reflexionó.
Concluyó su reflexión asegurando que este principio se aplica en la vida diaria, desde situaciones cotidianas como no responder con ira en una discusión, hasta el reto de perdonar cuando la ofensa es profunda. “Es el momento de decidir no seguir la corriente de odio y violencia que nos rodea. Poner la otra mejilla es un acto radical de amor, y aunque no siempre es fácil, es el camino hacia una sociedad más justa y pacífica”, finalizó el Padre Daniel Camagna, invitando a todos los oyentes a reflexionar sobre cómo, a través de pequeños gestos, podemos hacer una gran diferencia en la convivencia diaria.
En resumen, esta edición del programa Despertate invitó a los oyentes a poner en práctica la paz y la reconciliación, trascendiendo el ciclo de venganza que a menudo caracteriza nuestra sociedad. Como cada jueves, el Padre Camagna dejó una enseñanza poderosa sobre la importancia de vivir el evangelio en su sentido más profundo, invitando a todos a actuar con magnanimidad, tolerancia y, sobre todo, amor.


