En una jornada de profunda espiritualidad y solidaridad, la Sociedad Rural de Nueve de Julio fue el escenario de un acto que quedará en la memoria de la comunidad local: la entronización de la imagen de la Virgen María Auxiliadora, quien, a partir de ahora, se convertirá en un símbolo de protección para los trabajadores rurales y sus familias.
El suceso, que se llevó a cabo despues de la Misa de Campaña y antes del almuerzo inaugural de la muestra, fue presidido por el Padre Alcides Valverde, quien celebró la Eucaristía que contó con la presencia del Presidente de la Sociedad Rural, Hugo Enriquez, la Intendenta María José Gentile, y la Subsecretaria de Producción, Cecilia Fussari, expositores, visitantes a la muestra y Madrugadores del 9, quienes acompañaron este acto de fe.
La Virgen María Auxiliadora toma su lugar en la rural: Su entronización es un acto histórico en 128 aniversario por ser la Patrona del Agro.
La entronización de la Virgen María Auxiliadora fue, sin lugar a dudas, el acto central de la jornada. En un gesto simbólico, la imagen de la Virgen fue colocada en un lugar destacado del predio rural, rodeada por un grupo de fieles que se unieron en oración por la protección del campo argentino, especialmente en un contexto de dificultades provocadas por el clima, las sequías y las inundaciones.
Un Acto que Perdura en el Tiempo
La entronización de la Virgen María Auxiliadora en la Sociedad Rural de Nueve de Julio no solo fue un acto religioso, sino también una muestra de la unión y solidaridad de la comunidad rural. Al finalizar la misa, Graciela Láizquiló expresó su agradecimiento a todos los que hicieron posible este evento, resaltando la importancia de mantener la fe en tiempos difíciles.
“La Virgen María Auxiliadora es un faro de luz en medio de la oscuridad. Hoy, más que nunca, necesitamos aferrarnos a la fe”, concluyó Graciela, destacando la relevancia de esta acción para la comunidad rural de Nueve de Julio.
De ahora en más, la imagen de María Auxiliadora permanecerá en la rural como un recordatorio constante de la protección divina y la esperanza que la comunidad tiene en el futuro del campo argentino.