El Día Internacional de la Traducción se celebra cada 30 de septiembre para reconocer la labor fundamental de los traductores en la construcción de un mundo más conectado y comprensivo. Esta fecha coincide con la festividad de San Jerónimo, un erudito y sacerdote cristiano que tradujo la Biblia al latín y es considerado el patrón de los traductores. La Federación Internacional de Traductores (FIT) comenzó a celebrar este día en 1991, y en 2017, la Asamblea General de las Naciones Unidas lo reconoció oficialmente. El objetivo es destacar la importancia de la traducción en todos los ámbitos de la vida, desde la diplomacia y el comercio hasta la ciencia y la cultura.
La traducción es esencial para facilitar la comunicación entre personas de diferentes idiomas y culturas, permitiendo que se entiendan y colaboren. También juega un papel crucial en promover la paz y el entendimiento, ya que ayuda a romper barreras lingüísticas y culturales, fomentando la cooperación internacional. Además, la traducción literaria y cultural ayuda a preservar y difundir la riqueza cultural de diferentes países y comunidades.