El fútbol siempre ha estado en su vida. A lo largo de 400 partidos con la camiseta de Atlético 9 de Julio, Pablo Maccagnani se ha ganado el reconocimiento no solo por su constancia, sino por su fidelidad al club y su capacidad goleadora. En una era donde los cambios de equipo se han vuelto la norma, Pablo demuestra que la lealtad y el compromiso también tienen su lugar.
El delantero, que desde su debut en las inferiores del club hasta su consolidación como goleador, ha dejado su huella en cada uno de los partidos. “Es un número lindo e importante. Estoy muy contento de haber logrado estar tanto tiempo en el club”, expresa Pablo con humildad, sin perder la perspectiva de lo que representa para él vestir la camiseta de Atlético 9 de Julio. A lo largo de su carrera, no solo ha sido el máximo goleador del club, sino también un referente para las nuevas generaciones de futbolistas, ya es el máximo goleador de la Liga Nuevejuliense en su tiempo que lleva de juego.
Un legado de goles y esfuerzo
En una charla amena y cálida en Despertate, a través de Cadena Nueve, Maxima 89.9 y Visión Plus TV, Pablo compartió detalles de su rutina como futbolista, desde los entrenamientos hasta lo esencial para el manejo de cuerpo en cada encuentro. “Me cuido mucho con prevención de lesiones, trabajo en el gimnasio y en la parte física. Además, los entrenamientos han cambiado mucho con los años, lo que también ayuda a mantenerse competitivo”, comenta.
A pesar de las ofertas de otros clubes que llegaron durante su carrera, la fidelidad de Pablo hacia Atlético 9 de Julio nunca estuvo en duda. “Siempre estuve identificado con el club, soy hincha y para mí eso tiene un valor doble”, afirma con convicción. Esa lealtad también se refleja en su comportamiento dentro de la cancha. Reconocido por su comportamiento ejemplar, Pablo solo ha recibido unas pocas tarjetas rojas a lo largo de su carrera, destacándose por su actitud profesional y su respeto por el juego.’Siempre por protestar una infracción a un compañero que la vi injusta’, acotó.
Fútbol, familia y compromiso
La vida de Pablo Maccagnani no solo se define por el fútbol. Es padre de dos hijos, Indiana y Teo, quienes son su mayor apoyo. “El fútbol es un esfuerzo constante, pero sin la familia no sería posible. Ellos siempre me acompañan en los entrenamientos, en los partidos, y en todo el sacrificio que esto implica”, expresa agradecido, al igual a que a su mujer como sostén para la actividad deportiva. El equilibrio entre el deporte y la familia no es sencillo, pero él lo ha logrado con dedicación y amor.
Sobre sus hijos, Pablo asegura que el fútbol corre por sus venas. “Teo empezó a jugar hace poco, y le encanta. Aunque aún es pequeño, ya se ve que tiene esa pasión por el fútbol”, dice sonriendo. Su legado, entonces, no solo se limita a su carrera, sino que se transmite a la siguiente generación.
El secreto de los 400 partidos: trabajo y humildad
Aunque es conocido como el goleador más destacado de Atlético, Pablo nunca se sintió presionado por la cifra de 400 partidos. “No me propuse alcanzar esos números, pero al llegar, me hace muy feliz. Me llena de satisfacción saber que todo este tiempo he podido estar dentro de la cancha y seguir siendo útil al equipo”, reflexiona.
La combinación de su permanecia en el fútbol, su capacidad para seguir aprendiendo y mejorando, y su actitud positiva frente a los desafíos ha hecho de Pablo Maccagnani un referente tanto dentro como fuera de la cancha. “Si bien nunca se me ocurrió ser el goleador histórico, es algo que valoro mucho. Es una recompensa a todo el esfuerzo y amor que le he puesto a este deporte”, concluye.
Un ejemplo de fidelidad y trabajo en equipo, dentro y fuera del campo, que es un símbolo presente de Atlético 9 de Julio.


