La crisis hídrica, si no nos organizamos, va a parecer una olita en la Laguna del
Parque ante el tsunami que ocasionó el Presidente desde un discurso absurdo.
La falta de rentabilidad de las empresas, las está disolviendo.
No hay capitalismo ni país si las empresas no ganan dinero.
Es obvio que no rinden los ingresos por la falta de rentabilidad de las empresas.
Es decir, el Presidente no cerró la puerta de la última crisis de un país desvencijado.
Que dios ayude a nuestro pueblo y que el Congreso Nacional y la Corte Suprema
estén en condiciones de hacerse cargo del país.