Según la SAP, la vacunación contra el SARS-CoV-2 sigue siendo clave para prevenir complicaciones y cuadros graves de la enfermedad. El virus ha pasado a tener un nivel endémico con aumentos temporales y debe seguir vigilándose, ya que no ha desaparecido. Además, ni la vacunación ni la enfermedad dejan una inmunidad duradera, por lo que es fundamental mantener los esquemas de vacunación al día.
La SAP identificó grupos de riesgo alto y moderado que requieren especial atención. Las personas de 50 años o más, embarazadas o inmunocomprometidas a partir de los seis meses de vida se consideran de riesgo alto y deben aplicarse refuerzos cada seis meses. Quienes tengan menos de 50 años y presenten comorbilidades no inmunosupresoras, como enfermedades crónicas, obesidad, hipertensión o diabetes, o sean personal estratégico, representan un segmento de la sociedad con riesgo moderado y deben vacunarse con una periodicidad anual después del esquema inicial y un primer refuerzo a los seis meses.
La población que no presente riesgos importantes y quiera estar protegida puede aplicarse los refuerzos una vez al año para evitar infecciones muy sintomáticas. La SAP enfatiza que la vacunación es fundamental para prevenir complicaciones y cuadros graves de la enfermedad, especialmente en poblaciones vulnerables.