Con el ingreso de una masa de aire polar en los últimos días de mayo, Buenos Aires parece haber encontrado por fin el tono invernal que hasta ahora había brillado por su ausencia. Luego de un otoño atípico —más cálido y húmedo de lo normal—, la llegada del frío coincide con el cierre de un mes que dejará registros históricos de precipitación.
En total, mayo culminará con cerca de 250 milímetros de lluvias acumuladas en la Ciudad de Buenos Aires, un valor que casi triplica el promedio mensual, estimado en 93 mm. Las tormentas fueron frecuentes e intensas, con eventos que provocaron anegamientos y complicaciones puntuales en el Área Metropolitana (AMBA), especialmente entre el 15 y el 25 del mes.
El cambio de patrón se dio el martes 27, con el ingreso de un potente frente frío que modificó por completo las condiciones. Las temperaturas cayeron abruptamente: se registraron mínimas de 4 °C en la Capital Federal y hasta 0 °C en el conurbano bonaerense, con presencia de heladas matinales en zonas suburbanas.
Un junio estable, frío y sin lluvias a la vista
El inicio de junio marcará un fuerte contraste con lo vivido durante mayo. Las previsiones meteorológicas coinciden en que, al menos durante la primera mitad del mes, dominarán las condiciones secas y estables, sin señales de lluvias en el corto plazo.
El fin de semana de transición entre meses se presenta ideal para actividades al aire libre, aunque con abrigo. Este sábado se espera cielo mayormente despejado, una mínima de 7 °C en CABA (con valores menores en el Gran Buenos Aires) y una máxima de 16 °C, acompañada de vientos leves del sudoeste. Para el domingo, se prevé un leve descenso térmico en las mínimas, que rondarán los 5 °C, y una máxima similar, con viento rotando al noroeste.
La primera semana de junio mantendrá esta tendencia: mañanas frescas y tardes templadas, con mínimas entre 7 y 10 °C y máximas que podrían escalar hasta 18 o 20 °C entre lunes y miércoles. A partir del jueves, se espera el ingreso de otra masa de aire frío y seco desde el sur, lo que implicaría un nuevo descenso en las marcas térmicas. El domingo 8 de junio, las temperaturas podrían oscilar entre 5 °C y 13 °C.
Un período seco que podría extenderse
El patrón atmosférico proyectado para las próximas jornadas indica una marcada inhibición de precipitaciones. De sostenerse esta tendencia, Buenos Aires podría atravesar uno de los periodos más estables y secos de los últimos meses, tras un otoño signado por la inestabilidad y los excesos hídricos.
Así, la ciudad se prepara para un comienzo de junio con características típicas del invierno porteño: cielo despejado, mañanas frías y tardes agradables, sin señales de lluvia ni frío extremo. Una pausa bien recibida tras un mayo pasado por agua.
Agencia MTR