En la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Veinticinco de Mayo, el Obispo de Nueve de Julio, Ariel Torrado Mosconi encabezó la Misa, previo a la sepultura de su madre en el Cementerio Parque Paraíso de esa ciudad de la diócesis.
El sacerdote estuvo acompañado en la celebración por el Obispo Emérito, Monseñor Martín de Elizalde, el párroco de esa parroquia, Padre Carlos Tibberi,el párroco de la iglesia catedral nuevejuliense, padre Guillermo Gómez, los sacerdotes, Gustavo Sosa Y Daniel Camagno, junto a un nutrido grupo de seminaristas y religiosas de distintas ciudades.
Durante la homilía el Obispo hizo referencia a aspectos de la vida de su madre. Su fe y religiosidad y especialmente, con la entereza con que esperaba el encuentro con el Señor.
Previamente se había referido a la lectura de un pasaje del Evangelio de Lucas sobre Zaqueo. La forma en que un rico romano, se convierte ante la llegada de Jesús a Jericó.
El cierre de ese mensaje fue conmovedor del hijo-sacerdote, al expresar: ‘madre querida protégenos desde el Cielo y esperamos un día poder reencontrarnos’. Refiere de esa manera su enorme convicción que la muerte es un paso hacia la Vida Eterna, y siempre hay que tenerlo presente.
Finalizada la Misa y previo a que féretro deje el templo, el sacerdote recordó que su madre – Judith Mosconi – fue bautizada en esa Parroquia que está celebrando su 150 aniversario. Allí se casó y en ese mismo templo sus hijos fueron bautizados. Y como cierre de un ciclo terrenal, en Nuestra Señora del Rosario se celebro la Misa de despedida hacia la vida que no tiene fin.
Ya en el Cementerio Parque Paraíso, el acompañamiento hasta su sepultura incluyó el cántico ‘Que dichosos son aquellos’, que refiere a la vida eterna. La ceremonia además de la familia Torrado Mosconi y los más allegados incluyó a los sacerdotes, diáconos, seminaristas y religiosas que acompañaron al obispo-hijo que despidió a su madre.
Agencia MTR