
En enero se potencian los aumentos de los servicios por encima de la inflación. Las subas más fuertes llegarán en las facturas dolarizadas de luz y gas, y también en los combustibles si se aplica el retroactivo del impuesto pendiente desde 2024. Alquileres, transporte, telefonías y prepagas se suman a la lista de incrementos durante el primer mes de 2026. Mientras algunos analistas sostienen que -a pesar de estas variaciones significativas- la retracción de los ingresos mantendrá la inflación a raya, otros consideran que se disparará por la escalada en las boletas de energía y los movimientos en el tipo de cambio. El enfriamiento de la economía por destrucción de ingresos populares no funciona, pero el Gobierno insiste con el método.
El salto más grande quedará registrado en los nuevos cuadros tarifarios de luz y gas sin subsidios. En el primer caso, el Ejecutivo lo dará a conocer en las próximas horas. La decisión traslada a los usuarios un costo mucho mayor: se espera que reciban facturas con aumentos del 75 por ciento. Para el gas, el metro cúbico se incrementará entre el 62,0 y el 81,5 por ciento.
El precio final del m3 será de 259,06 pesos para usuarios Nivel 1 sin subsidios. “El resto de los usuarios tendrán un descuento en el precio del Gas PIST del 25 por ciento, cuando antes el subsidio era del 65 por ciento. El valor del m3 para Nivel 2 y 3 queda en 194,30 pesos, sumado el 30 por ciento correspondiente al Transporte y la Distribución”, detalló a Página/12 Pedro Bussetti, titular de la organización Defensa de Usuarios y Consumidores (Deuco).
Los alquileres, en tanto, treparán 36,39 por ciento, ajustados por el Índice de Contratos de Locación (ICL); el boleto de colectivos escalará hasta 4,5 por ciento en CABA y AMBA; el pasaje de subte pasará de 1.206 a 1.259 pesos, prepagas ajustarán hasta 2,9 por ciento; y cable y telefonía, hasta 4,5 por ciento.
Otra de las subas más importantes será la de los combustibles en surtidores. De no postergar nuevamente el monto del impuesto a los líquidos o de generar una aplicación parcial, desde el 1° de enero se implementará el aumento total del remanente pendiente de 2024 y del primer y segundo trimestres de 2025. Esta decisión impacta de lleno en toda la cadena productiva y de consumo.
Durante los últimos meses, el Índice de Precios al Consumidor empezó a mostrar subas que, si bien no fueron significativas y no incluyen la ponderación correcta de lo que gasta una familia en el pago de los servicios, manifiestan un síntoma grave: no hay consumo y sin embargo los precios empujar para arriba.


