
Como parte de una cermonia que encabezó el Obispo de Nueve de Julio, Monseñor Ariel Torrado Mosconi a las 20 de este domingo 28, ultimo del año 2025, en plaza Belgrano se hizo la plantación de un olivo y se solaron palomas.
Fue un momento de gran trascendencia para la comunidad.
El Obispo, acompañado por numerosos fieles, guiaba el momento con palabras cargadas de esperanza: “Este olivo es un signo concreto de la paz que tanto necesitamos en el mundo. Como peregrinos de la esperanza, sabemos que Cristo está con nosotros, nos acompaña y nos da fuerza para seguir adelante”.
El olivo, como símbolo bíblico, fue considerado desde la antigüedad un signo de la presencia divina y un emblema de la paz que brota en medio de los conflictos. En este contexto, Monseñor Torrado Mosconi invitó a los presentes a renovar su fe y a caminar juntos como comunidad, buscando la justicia y la paz que Cristo nos enseña a vivir.
El Obispo también hizo hincapié en que, aunque el Año Jubilar llegaba a su fin, la misión de los fieles no terminaba allí. “Este año hemos vivido momentos de gracia, pero nuestra peregrinación continúa. No somos peregrinos de un año, sino de toda una vida”, expresó, invitando a los creyentes a seguir sembrando esperanza en su vida cotidiana y en sus comunidades.
El Significado del Año Jubilar: Un Año de Renovación Espiritual
Durante su mensaje, Monseñor Torrado Mosconi recordó que, a lo largo de este Año Jubilar, la comunidad diocesana vivió diversos momentos de gracia, entre ellos las ordenaciones presbiterales y la Asamblea Eclesial de agosto. Estos acontecimientos fueron para la Diócesis un impulso espiritual para fortalecer la unidad y la fe.
“El Año Jubilar ha sido un río de gracias que ha fortalecido nuestras manos débiles y reafirmado nuestras rodillas vacilantes”, dijo el Obispo. A su vez, destacó el profundo sentido de reconciliación que marcó este año, donde la comunidad se unió en oración y acción de gracias a Dios por las bendiciones recibidas. “Hoy celebramos como un solo pueblo, unido no solo a nuestra diócesis, sino a la Iglesia Universal y al Papa Francisco, quien nos ha acompañado durante todo este tiempo”, agregó.
Palomas y Canto: Un Gesto de Paz y Esperanza
Como parte del acto simbólico, se soltaron varias palomas, un gesto que remite al relato bíblico del Arca de Noé, cuando la paloma trajo la ramita de olivo como señal de que el diluvio había pasado y que la paz reinaba nuevamente en la tierra. Este gesto, lleno de significado, fue acompañado por el fervor de la comunidad, que aplaudió con entusiasmo mientras las palomas ascendían al cielo.
La ceremonia también estuvo acompañada de cantos, que expresaron la esperanza y el compromiso renovado de los fieles con la misión cristiana. “Cristo es nuestra esperanza”, cantaron los participantes, mientras el clima de unidad y fe envolvía a todos los presentes.




