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El Papa León XIV llamó a un encuentro con cardenales para el 6 y 7 de enero próximo

Convocó a un Consistorio Extraordinario del que tambien participarán los cardenales argentinos

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A través de un comunicado de la oficina de prensa del Vaticano el papa León XIV convocó a todos los cardenales de la Iglesia Católica a un consistorio extraordinario que debe celebrarse en Roma el 6 y 7 enero de 2026 y que, según lo anunciado, se caracterizará por momentos de comunión y fraternidad, así como por momentos de reflexión, intercambio y oración. Si bien la información sobre la convocatoria había trascendido en círculos vaticanos, la confirmación oficial es un indicio de que finalizado el año jubilar que había convocado Francisco, el papa Robert Prevost continúa dando pasos para garantizar con sus perspectivas y con su propio estilo la conducción de la Iglesia Católica en todo el mundo.

Por la Argentina asistirán el cardenal arzobispo de Córdoba, Ángel Rossi y el cardenal arzobispo de Santiago del Estero, Vicente Bokalic Iglic. Sin bien actualmente no tiene gobierno pastoral por haber renunciado al cumplir 75 años, también está convocado el cardenal Mario Poli. ex arzobispo porteño. En Roma se unirá a los anteriores el cardenal Víctor “Tucho” Fernández, Prefecto (ministro) de la Congregación para la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio).

El consistorio es un encuentro que reúne a todos los cardenales, es convocado por el Papa y tiene por finalidad discernir sobre cuestiones centrales del gobierno de la Iglesia y establecer acuerdos generales sobre las orientaciones pastorales. El último consistorio había sido convocado por Jorge Bergoglio para dialogar en torno a la nueva constitución apostólica Praedicate Evangelium y acordar cuáles eran las aplicaciones pertinentes para la curia romana.

Desde mayo pasado, cuando asumió sus funciones como máxima autoridad de la Iglesia Católica Romana, el papa León XIV viene insistiendo en que su misión se centra en darle continuidad al legado de Francisco, algo que viene cumpliendo si bien con un estilo propio y distintivo. También con mucho más apego a las formalidades institucionales y resguardos que eviten profundizar las diferencias que existen en la iglesia del todo el mundo. León no oculta que la “unidad de la iglesia” es una de sus preocupaciones fundamentales y lo refleja en mensajes y gestos.

Prevost también marcó su propio estilo en los aspectos litúrgicos y en el modo de comunicación claramente más formal que el que había instalado desde Roma el Papa Argentino.

La sinodalidad, la evangelización y la liturgia han sido temas centrales que según los analistas vaticanos también estarán presentes en los dos días de reuniones en el Vaticano.

Los sectores más tradicionalistas y conservadores no ocultan sus deseos de que León XIV deje atrás, por lo menos en parte, la orientación que Francisco instaló en la Iglesia. Sin embargo, algunos cronistas que recorren los pasillos vaticanos, adelantan que en el consistorio Prevost insistirá ante los cardenales en el repaso de la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, (2013) el texto que reúne las esencias del postulado de Jorge Bergoglio. Los mismos observadores sostienen que León XIV tiene otro estilo, pero las mismas convicciones de Francisco respecto de la vida y misión de la Iglesia. Este es uno de los temas que más preocupa a los clérigos conservadores.

A ello debe sumarse también que si bien los tradicionalistas lograron que Prevost se mostrara más condescendiente respecto de la liturgia, aceptando el regreso de algunas celebraciones al rito tradicional que habían sido restringidas al máximo por Francisco en Traditionis Custodes, una carta apostólica que en 2021, a modo motu proprio (decreto pontificio) el papa argentino dictó como una forma de poner límite a lo que consideraba parte de la estrategia de avance de los conservadores. Sin embargo, nada indica que ahora con León XIV se pueda regresar a formas litúrgicas que solo persisten en grupos conservadores muy reducidos.

Otro de los temas en los que ha insistido el papa Prevost es en la corresponsabilidad de los cardenales en el gobierno de la Iglesia. El papa quiere que sin menguar su autoridad los “príncipes” se comprometan en diseñar los grandes lineamientos pero también en las metodologías y las formas de implementarlos en la vida cotidiana de los católicos. En este sentido León XIV aparece como más participativo que Francisco, aunque todavía no están claros cuáles son los modos para llevar a la práctica esa “colegialidad cardenalicia”. El consistorio de enero puede ser un ámbito para comenzar a dialogar sobre estos temas.

Más allá de ello el Papa no ha tomado todavía una decisión respecto de quienes van a conformar de manera definitiva su gabinete, es decir, las autoridades de los dicasterios (ministerios) de la curia romana. Después de su asunción y hasta el momento León XIV prefirió prorrogar los mandatos de quienes habían sido designados por Francisco, entre los cuáles él mismo estaba incluido como máxima autoridad de la Congregación para los Obispos.

Una decisión que incluya confirmaciones o nuevos nombramientos puede ser un indicio también para futuros pasos y orientaciones. Sin lugar a dudas, uno de los cardenales que recibe las mayores objeciones sobre todo por parte de los conservadores, es el argentino Víctor Manuel “Tucho” Fernández. ¿Los motivos? Fue amigo de Francisco desde antes de ser convocado por él mismo al Vaticano. Funcionó como el principal de los asesores más importantes y cercanos a Bergoglio en todo lo referido a cuestiones doctrinales (bíblicas y teológicas), pero también en el manejo político institucional. Se suma a ello que al ex arzobispo de La Plata se lo señala como la pluma fundamental de varios de los documentos emitidos por Bergoglio que incluyen muchas cuestiones que para los conservadores son contrarias a la tradición y al espíritu católico.

El cardenal Fernández sigue ocupando hasta ahora el importantísimo y estratégico cargo de Prefecto (ministro) de la Congregación para la Doctrina de la Fe y conserva gran influencia sobre varios de sus pares que conforman el gabinete del papa.

Los conservadores y otros que no lo son tanto, verían con mucho agrado que, en un gesto de “autonomía y autoridad” Prevost decida apartar a Víctor Fernández de su cargo. Es más. Preferirían que no sea reinstalado en otro cargo vaticano y que su destino sea volver a la Argentina.

Nada indica al menos por el momentoque ello vaya a ocurrir. Tucho Fernández es un hombre muy valorado y reconocido por Prevost y es probable que continúe, si no es en su puesto actual, en otra alta responsabilidad en el gobierno eclesiástico vaticano.

Otro de los cargos en cuestión es el del cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano y virtual número dos de la Santa Sede, quien ha ocupado esa responsabilidad desde 2013 y fue confirmado por León XIV en mayo de 2025.

Si bien el consistorio de enero no se ocupará de los nombramientos, confirmaciones o renovaciones en la curia romana, el solo hecho de que los cardenales estén reunidos constituye una oportunidad para el diálogo, las conversaciones y como es lógico para buscar incidencia en lo que luego el papa pueda decidir.

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