Hoy, 15 de septiembre, se celebra el Día Mundial del Linfoma, una fecha destinada a concienciar sobre este tipo de cáncer que afecta al sistema linfático y puede ser curable si se detecta temprano. El linfoma es un tipo de cáncer que se origina en los linfocitos, células que forman parte del sistema inmunológico. Puede manifestarse en diferentes partes del cuerpo, como ganglios linfáticos, bazo, hígado y médula ósea. Los síntomas más comunes incluyen inflamación de ganglios sin dolor en el cuello, axilas o ingle, fiebre sin causa aparente, sudoración nocturna, pérdida de peso y fatiga.
La detección temprana es clave para controlar la enfermedad. La tasa de supervivencia a cinco años es del 70% si se detecta en etapas tempranas, pero cae al 58% si se diagnostica en fases avanzadas. Los tratamientos para el linfoma incluyen quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia, terapias dirigidas y trasplante de células precursoras hematopoyéticas. La concientización y el apoyo son fundamentales para mejorar la calidad de vida de los pacientes con linfoma. Organizaciones como la Asociación Civil Linfomas Argentina trabajan para brindar información y acompañamiento a pacientes y familias.