El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) publicó su análisis fiscal correspondiente a los datos disponibles hasta junio de 2025. El informe revela que el Sector Público Nacional (SPN) registró en mayo un superávit primario de $1,7 billones y un resultado financiero positivo de $0,7 billones, luego del pago de intereses de deuda por $1,0 billones. Sin embargo, estos números conviven con una caída real de los ingresos y un retroceso marcado del gasto público.
Caída de ingresos: desplome en Ganancias y retenciones
Los ingresos totales alcanzaron $11,4 billones, pero registraron una caída real interanual del 13,9%. Los tributarios se redujeron 14,5%, con desplomes destacados en el impuesto a las Ganancias (-44,2%) y en los Derechos de Exportación (-37,9%), este último explicado por una baja del 7,4% en las exportaciones.
El IVA, otro componente clave, también mostró una leve caída del 0,4%, afectado por la recesión y los cambios normativos tras la derogación de los certificados de exclusión aduanera. La evolución del IVA sugiere una interrupción de la recuperación económica observada hasta febrero, con una contracción en abril y mayo.
Gasto primario en descenso: ajuste y recortes generalizados
El gasto primario del SPN fue de $9,7 billones, lo que implica una caída interanual del 1,9% y una fuerte contracción del 30% respecto a mayo de 2023, profundizando el ajuste que había comenzado tras el primer trimestre.
Jubilaciones: aunque aumentaron un 16% interanual, cayeron un 2% respecto a mayo de 2023, en un contexto donde el bono previsional de $70.000 permanece congelado desde marzo de 2024. Según CEPA, si se ajustara al ritmo de los haberes, debería superar los $154.000.
Transferencias a provincias: aumentaron 109% interanual, aunque todavía están 46% por debajo de mayo de 2023. El aumento se explica casi exclusivamente por la transferencia ordenada por la Corte Suprema a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que representó el 51,3% del total.
Obra pública y gasto de capital: continúa prácticamente paralizado. El gasto de capital cayó un 34% respecto a 2024 y un 85% respecto a 2023, incumpliendo lo dispuesto por el Congreso en la Ley de Bases, según alerta el informe.
Políticas sociales y subsidios, bajo fuerte presión
Las partidas sociales fueron duramente recortadas. El rubro “Otros programas” (que incluye Tarjeta Alimentar, comedores comunitarios, ex Potenciar Trabajo, Acompañar y Becas Progresar) cayó 18% interanual y 40% respecto a 2023. Los subsidios económicos también retrocedieron 54% interanual y 68% frente al año anterior.
Excepciones al ajuste
Entre las pocas excepciones al recorte generalizado se encuentran las prestaciones del PAMI, que registraron aumentos reales tanto respecto a 2024 como a 2023, escapando a la tendencia dominante del ajuste fiscal.
Metas con el FMI: en camino, pero a qué costo
El informe de CEPA destaca que el SPN acumula en mayo un superávit primario de $6,9 billones, acercándose a la meta de septiembre establecida con el FMI de $9,3 billones. Para alcanzarla, el Gobierno debería sostener un superávit mensual de $0,6 billones, cifra similar a la obtenida en mayo.
Conclusión: superávit con bases débiles
El CEPA concluye que, aunque el Gobierno logró cumplir con los objetivos fiscales, lo hizo a costa de un deterioro profundo de los ingresos públicos y de una reducción drástica en el gasto, en especial en áreas sensibles como jubilaciones, políticas sociales y obra pública. El informe alerta que estos resultados, si bien permiten cumplir metas financieras, consolidan una dinámica de ajuste con impactos sociales regresivos y sin señales claras de reactivación económica.
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