
Hace hoy siete años, en el Día de los Fieles Difuntos, cuando el Obispo de Nueve de Julio presentó en la Catedral Santo Domingo el cinerario “Padre de las Misericordias”, un nuevo espacio destinado al descanso eterno de los fieles católicos. Este cinerario fue bendecido por el propio Obispo Ariel Torrado Mosconi, quien expresó que este lugar tiene como propósito ofrecer un espacio de reflexión, esperanza y reencuentro para quienes pierden a un ser querido.
El cinerario que recibe a fieles de manera ininterrumpida, se encuentra en un espacio del edifico de la histórica Catedral y está concebido como un lugar que une la memoria de los difuntos con el templo, retomando una antigua tradición de los cinerarios parroquiales. Desde su apertura, hace 7 años, 58 cenizas de vecinos se encuentran allí depsoitadas.

Nació toda vez que se recomienda ofrecer espacios físicos para las cenizas de los fieles difuntos dentro de los templos, ayudando a las familias a encontrar un lugar adecuado y sagrado donde reposar los restos de sus seres queridos, ya que muchas familias no saben qué hacer con las cenizas de los fallecidos en sus hogares tras pasar el duelo inicial y se podrán perder con el paso del tiempo entre una generación y otra.
La creación de este espacio sagrado no solo es un acto de respeto hacia los difuntos, sino también una invitación a reflexionar sobre el paso de la vida terrenal a la vida eterna, destacó el Obispo Torrado Mosconi, el 2 de noviembre de 2018. En su discurso, recordó que los restos de los fieles cristianos deben ser enterrados “en campo santo”, es decir, dentro o en las cercanías de un templo católico, como un acto de fe y respeto.

El cinerario “Padre de las Misericordias”, que cumple hoy siete años cuenta con dos fosas: una destinada al depósito de las cenizas de los fieles y otra que será la tumba del propio Obispo diocesano.
En la pared izquierda de la capilla cinerario, hay una obra que representa el abrazo cristiano entre el hombre y Cristo tras su muerte, un símbolo de misericordia y resurrección.
Con su inauguración, el cinerario “Padre de las Misericordias” es un lugar de visita y oración permanente para los fieles, que tienen un espacio sagrado y adecuado para honrar y recordar a sus seres queridos, en el contexto de la fe cristiana y la esperanza de la resurrección.







