La diputada bonaerense de la UCR, Alejandra Lordén, presentó una iniciativa ante el Congreso de la Nación para modificar el Código Electoral Nacional con el objetivo de permitir la venta de alcohol y la realización de eventos culturales durante las jornadas electorales. Según la legisladora, estas restricciones son “anacrónicas” y afectan tanto los derechos culturales como las libertades individuales, además de generar un daño económico innecesario.
En su propuesta, Lordén explicó que el proyecto busca modificar el artículo 71, incisos b y c del Código Electoral, que actualmente prohíben la apertura de locales gastronómicos dedicados a la venta de alcohol y la realización de espectáculos populares tanto al aire libre como en espacios cerrados en el día de las elecciones. La diputada también destacó que estas restricciones fueron concebidas en un contexto histórico muy distinto, lo que hoy ocasiona consecuencias negativas para la sociedad y la economía.
Un vacío legal entre la Nación y la Provincia
La diputada detalló que, en las elecciones bonaerenses recientes, varios comercios se vieron obligados a cerrar por la veda impuesta por el Código Electoral. Sin embargo, señaló que los comicios provinciales están regidos por la Ley 5.109, que solo prohíbe la venta de alcohol, creando un vacío legal entre la legislación nacional y la provincial.
“Para modificar este comportamiento en el inconsciente colectivo es indispensable reformar la Ley Nacional 19.945, que contiene restricciones más amplias, y en un segundo paso, adecuar la normativa provincial”, señaló Lordén, quien también enfatizó la importancia de que las normativas provinciales se alineen con las reformas a nivel nacional.
La cultura como un derecho y un espacio de encuentro
En su intervención, la diputada consideró que, si bien existen prohibiciones razonables para prevenir disturbios, como la venta ambulante cerca de los centros electorales, muchas de las restricciones actuales fueron pensadas en un contexto histórico diferente. En este sentido, Lordén opinó que la prohibición de actividades culturales, como conciertos y eventos, es especialmente problemática.
“La cultura no debe ser entendida como un factor perturbador del acto electoral, sino como un derecho humano reconocido internacionalmente y un espacio de encuentro, reflexión y cohesión social”, destacó. “Restringir su ejercicio durante una jornada democrática es contradictorio, ya que priva a la ciudadanía de oportunidades para participar, expresarse y recrearse, lo que fortalecería el tejido comunitario”, justificó la legisladora.
El impacto económico en el sector gastronómico
Uno de los aspectos más críticos que subrayó Lordén fue el perjuicio económico para los comercios gastronómicos, especialmente en un contexto de crisis económica. La diputada recordó que la prohibición de la venta de alcohol reduce la actividad de restaurantes, bares y servicios de catering en un día de alta demanda. A su juicio, no existen pruebas de que esta restricción contribuya a la transparencia o seguridad del proceso electoral.
“La crisis que atraviesa el sector gastronómico se ve agravada por la caída del consumo, y al prohibirles operar con normalidad en un día de alta demanda, se genera un perjuicio económico innecesario”, expresó.
Una reforma para adaptar las normas a la realidad actual
Finalmente, la diputada radical resaltó que mantener vigentes las actuales restricciones representa sostener “restricciones anacrónicas que afectan derechos culturales, limitan libertades individuales y generan un daño económico innecesario”. Para ella, este proyecto tiene como objetivo adecuar las normativas electorales a los valores democráticos contemporáneos y a la realidad social y económica actual.
La iniciativa ha generado un debate dentro del ámbito político y social, con opiniones divididas sobre si estas modificaciones afectarían la integridad del proceso electoral o si, por el contrario, contribuirían a una mayor libertad y desarrollo económico.