
El Día Internacional de la Igualdad Salarial se celebra cada 18 de septiembre con el objetivo de generar conciencia sobre la diferencia de pagos entre géneros y promover acciones concretas para cerrar la brecha salarial. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la discrepancia en los ingresos no se limita a una cuestión de justicia, sino que incide directamente en el crecimiento económico, la competitividad y la cohesión social de cada nación. La brecha salarial de género persiste en prácticamente todos los países y sectores, afectando el desarrollo profesional y la autonomía financiera de millones de personas. A nivel global, se estima que las mujeres ganan un 20% menos que los hombres por trabajo de igual valor. La igualdad salarial es fundamental para potenciar el desarrollo sostenible y la justicia social.
Entre las causas de la brecha salarial se encuentran la sobrecarga de trabajo no remunerado, ya que las mujeres realizan tres veces más labores de cuidado que los hombres. La maternidad también juega un papel importante, ya que las madres ganan menos que las mujeres sin hijos, y la brecha se amplía con el número de descendientes. Además, la informalidad laboral afecta a un mayor porcentaje de mujeres, lo que implica menores ingresos y falta de acceso a seguridad social. Los estereotipos de género y la discriminación también contribuyen a las desigualdades salariales.


