En el período que va de enero a agosto de 2025, el gasto total de la Administración Pública Nacional (APN) experimentó una reducción real del 31% interanual, según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). El ajuste impacta especialmente en áreas sensibles como salud, educación, desarrollo social, ciencia y obra pública.
Entre los datos más llamativos, se destaca que la Secretaría de Inteligencia del Estado, dependiente de Presidencia de la Nación, aumentó su presupuesto en un 23%, en contraste con el recorte generalizado. Asimismo, los Servicios de Deuda Pública continúan absorbiendo una porción importante del gasto total, con un peso del 9% en la estructura presupuestaria.
Salud: un sistema bajo presión
En el área de salud, los recortes son generalizados y severos. La Superintendencia de Servicios de Salud muestra una caída del 56%, mientras que los hospitales nacionales presentan reducciones entre el 30% y 38%. El Instituto Malbrán ejecutó un 26% menos y la ANMAT, un 27%. El Hospital Nacional de Salud Mental Laura Bonaparte sufrió una baja del 35%. La única excepción positiva en este rubro es el INCUCAI, con un aumento del 20%.
Además, se observa una virtual paralización de programas clave, como Atención Sanitaria en el Territorio, Prevención de Enfermedades Crónicas no Transmisibles y Enfermedades de Patologías Específicas, todos con caídas del 89% al 100%. La respuesta al VIH, hepatitis, tuberculosis y lepra cayó un 34%, mientras que el programa de Acceso a Medicamentos y Tecnología Médica creció un 41%.
Ciencia y técnica: una crisis sostenida
El sector científico también sufre una caída generalizada. El Programa de Promoción de la Investigación e Innovación retrocedió un 83%. La CONAE cayó un 40%, el CONICET, un 29%, el Servicio Geológico Minero, un 32%, el Servicio Meteorológico Nacional, un 23%, y la Fundación Miguel Lillo, un 26%. La CONEAU, encargada de evaluar la calidad universitaria, ejecutó un 27% menos.
Desarrollo social: desplome en programas críticos
Los programas sociales están entre los más afectados. ANSES cae un 7%, pero la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia cae un 72% y el INAES, un 75%. Los programas de Economía Social y el Plan Nacional de Protección Social presentan caídas totales (-100%). También hay retrocesos severos en el Apoyo a Primera Infancia (-89%) y en Comedores Comunitarios y Merenderos (-74%).
Producción y energía: industria paralizada
En el área productiva, la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo cayó un 76%, el INTA un 37% y el INTI un 44%. En energía, los recortes son notorios: Comisión Nacional de Energía Atómica (-39%), Autoridad Regulatoria Nuclear (-10%), ENRE (-24%) y ENARGAS (-26%).
Seguridad y defensa: también en retroceso
Las fuerzas federales y armadas registran recortes importantes: Policía Federal (-32%), Gendarmería (-29%), Prefectura (-29%), Ejército (-17%), Armada (-20%) y Fuerza Aérea (-21%).
Educación: programas clave sin ejecución
El ajuste en educación impacta en programas fundamentales. Conectar Igualdad y el Fondo Nacional de Incentivo Docente no registraron ejecución alguna (-100%). El Fortalecimiento Edilicio de Jardines Infantiles cayó un 88%, las Becas y Gestión Estudiantil un 77%, la Formación Docente un 79%, la Infraestructura y Equipamiento un 46%, y el Desarrollo de la Educación Superior un 30%.
Obra pública y transporte: parálisis casi total
Las obras públicas muestran caídas de entre 89% y 100%. Programas como Infraestructura en Municipios, Rutas Nuevas, Obras de Pavimentación, Cuenca Matanza-Riachuelo, Túneles y Puentes Grandes, Desarrollo de Obra Pública y Mejoramiento de Barrios están prácticamente paralizados.
Transferencias a provincias: fuerte recorte
Las transferencias del Tesoro Nacional a provincias y municipios muestran caídas dramáticas. La Asistencia Financiera y Técnica a Municipios cayó un 98%, mientras que el Fondo de Fortalecimiento Fiscal de la Provincia de Buenos Aires y otras asistencias registraron caídas del 100%. Las transferencias a la Secretaría de Obras Públicas bajaron un 99%, y a la Secretaría de Energía, un 83%. El área de Relaciones con las Provincias retrocedió un 31%.
La ejecución presupuestaria 2025 muestra una estrategia de ajuste marcada que afecta profundamente las políticas públicas esenciales. Áreas clave para el desarrollo humano, científico, educativo y productivo del país registran caídas históricas, mientras se prioriza el aumento del gasto en inteligencia y se sostiene el peso del endeudamiento.
Desde CEPA advierten que la magnitud y extensión de los recortes podrían comprometer seriamente la capacidad del Estado para garantizar derechos básicos y sostener el entramado social y económico en un contexto de alta vulnerabilidad.
2025.09.10_Ejecuci_oacute_n_presupuestaria_Administraci_oacute_n_P_uacute_blica_Nacional_agosto_2025_CEPA