En un contexto económico aún signado por la incertidumbre, la industria electrónica, electromecánica y luminotécnica atraviesa un momento de transición. Así lo refleja el último informe trimestral elaborado por CADIEEL, que analiza la evolución del sector durante el segundo trimestre de 2025 y anticipa las expectativas de las empresas para el período julio-septiembre.
El relevamiento da cuenta de una leve desaceleración en la recuperación observada en el trimestre anterior, especialmente en términos de producción. Según los datos recopilados, el 37% de las PyMEs encuestadas reportó una caída en sus niveles de actividad, con una disminución promedio del 30%. El rubro más afectado fue el de Iluminación, que registró una baja promedio del 32%.
A pesar del retroceso, un 42% de las empresas mantuvo sus niveles de producción estables y un 21% logró incrementarlos, siendo el sector electrónico el que mejor desempeño mostró. Esta heterogeneidad revela una recuperación desigual dentro del ecosistema industrial que representa la Cámara.
Empleo: estabilidad con leve mejora
En el plano laboral, el sector mostró signos de estabilidad. El 63% de las firmas consultadas sostuvo su plantilla sin cambios, mientras que un 33% redujo personal (con una merma promedio del 22%). Apenas un 4% declaró haber incorporado nuevos trabajadores.
Comparado con el primer trimestre del año, se trata de una mejora moderada: disminuyó la proporción de empresas que achicaron sus equipos y creció la de aquellas que los mantuvieron, lo que podría interpretarse como un indicio incipiente de estabilización en el mercado laboral del sector.
Exportaciones: estabilidad y desafíos pendientes
Las exportaciones se mantuvieron en niveles similares a los de los trimestres anteriores. El 37% de las empresas indicó que realiza ventas al exterior. Dentro de este grupo, el 67% señaló que las exportaciones representan entre el 1% y el 10% de su facturación total.
Sin embargo, el 63% restante continúa sin participar del comercio internacional. Entre ellos, un abrumador 87% explicó que los altos costos operativos —incluidos los impositivos, laborales y financieros— son el principal obstáculo para exportar. Desde CADIEEL subrayaron la necesidad de políticas que reduzcan esas barreras para mejorar la competitividad global del sector.
Capacidad instalada: leve repunte operativo
Durante el segundo trimestre también se evidenció una mejora marginal en la utilización de la capacidad instalada. Aumentó la proporción de empresas que operan entre el 41% y el 60% de su capacidad, y también se incrementó levemente el grupo que trabaja en rangos superiores.
Aun así, un 20% de las industrias sigue funcionando por debajo del 40% de su capacidad, una señal de que la recuperación todavía no se consolida de forma uniforme. La retracción de la demanda interna, la inflación y la falta de previsibilidad siguen siendo factores determinantes.
Expectativas para el tercer trimestre: optimismo moderado
A pesar de las dificultades, el informe refleja un cambio de clima entre los empresarios del sector. Las proyecciones para el tercer trimestre de 2025 muestran un leve repunte en las expectativas.
El 33% de las empresas anticipa un aumento en su producción, mientras que el 38% espera mantenerse en los niveles actuales y el 29% prevé una caída.
El 63% estima que la situación del mercado se mantendrá sin cambios, un 25% espera una baja en la actividad y solo el 12% proyecta una mejora.
En cuanto a la demanda interna, el 63% cree que se mantendrá estable, un 25% anticipa una disminución y solo el 12% espera un repunte.
En el frente laboral, el 63% planea sostener su plantilla, el 25% prevé reducirla y un 12% considera incorporar personal.
Aunque las cifras siguen reflejando cautela, los resultados mejoran levemente respecto del trimestre anterior, lo que sugiere una recuperación de la confianza y una mayor disposición a sostener o ampliar la actividad en los próximos meses.
El segundo trimestre del año deja un panorama mixto para las industrias electrónicas, electromecánicas y luminotécnicas. Si bien la producción se desaceleró y persisten fuertes desafíos estructurales —como los costos que limitan las exportaciones o el bajo uso de la capacidad instalada—, también se registran signos alentadores.
La estabilidad en el empleo, el leve aumento en la actividad de algunos sectores, y una moderada mejora en las expectativas empresariales podrían estar marcando el inicio de una etapa de transición hacia una recuperación más sostenida. Todo dependerá, sin embargo, del contexto macroeconómico y de la implementación de medidas concretas que acompañen al sector.