
La Justicia decretó la quiebra de Alimentos Refrigerados Sociedad Anónima (ARSA), la empresa láctea que elaboraba los yogures, flanes y postres de la marca SanCor.
El juez Federico Güerri, a cargo del Juzgado Comercial 29, fue quien dictó el fallo y dispuso la liquidación final de la empresa y el cierre de sus instalaciones.
Ubicada en el vecino partido de Lincoln, la planta empleaba a 180 personas, mientras otras 200 se desempeñaban en la fábrica en la localidad de Morteros, en Córdoba, y el centro de dipstribución, ubicado en la capital Mediterránea.
Su red logística estaba compuesta por 165 distribuidores que llegan a 70.000 comercios de forma semanal.
El cierre se dio luego de que el concurso preventivo abierto hubiera fracasado, en abril de 2024, ya que no apareció ningún nombre dispuesto a quedarse con la firma y sostener la producción.
El grupo Vicentín compró en 2016 el negocio de yogures de SanCor, activos con los que formó la empresa ARSA. Cuando la gran cerealera creó su default a fin de 2019, comenzó a buscar un socio para ARSA. En 2022 entregó la gestión a los empresarios venezolanos Manuel y Alfredo Fernández, que también manejan La Suipachense, otra empresa láctea.
Al momento de presentarse el concurso, ARSA cargó contra la situación económica de ese entonces del país, en donde la inflación estaba en altos niveles y regían políticas como el control de precios.
Los empleados señalaron, que cobraban sueldos atrasados e irregulares, y que en los últimos meses se abonó un cuarto del mismo y en efectivo, a pesar de que se hacían jornadas completas.
ARSA elaboraba los yogures, flanes y postres de la marca SanCor, entre las que se encontraban las etiquetas Shimy, Sancorito, Sublime y Yogs, como las más destacada


