Hoy, 7 de octubre, se celebra el día de la virgen del rosario, una advocación mariana muy venerada en todo el mundo. Esta celebración recuerda el poder del rezo del Rosario como camino de fe y conversión. La historia detrás de esta celebración se remonta al siglo XIII, cuando Santo Domingo de Guzmán recibió la visita de la Virgen María, quien le enseñó a rezar el Rosario y le pidió que lo predicara entre los hombres. Sin embargo, fue en el siglo XVI, con la Batalla de Lepanto, que la devoción al Rosario se consolidó. El 7 de octubre de 1571, las fuerzas cristianas, pese a ser superadas en número, obtuvieron una victoria inesperada gracias a la intercesión de la Virgen María y el rezo del Rosario. La Virgen del Rosario es un símbolo de protección y guía espiritual. Se la representa con un Rosario en las manos, que simboliza la oración y la devoción a Dios. La Virgen María es considerada la “escuela de oración” y nos enseña a contemplar los misterios de Jesús a través de su mirada maternal.
Según la tradición, la Virgen María hizo varias promesas a quienes rezan el Rosario con devoción, incluyendo protección espiritual, conversión y crecimiento espiritual, y consuelo y paz en momentos de tristeza y dificultad. La Virgen María ayudará a los que rezan el Rosario a alcanzar la salvación, y el Rosario es un medio para crecer en la fe y en la virtud.