En un contexto económico y social adverso, tres ministros clave del gobierno de la provincia de Buenos Aires —Carlos Bianco (Gobierno), Augusto Costa (Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica) y Javier Rodríguez (Desarrollo Agrario)— expusieron un fuerte diagnóstico sobre las consecuencias de las políticas del Gobierno nacional y detallaron las acciones que impulsa la gestión provincial para enfrentar la crisis.
El jefe de Asesores, Carlos Bianco, criticó duramente la paralización de obras por parte del Ejecutivo nacional:
“Mientras que el Gobierno nacional continúa con mil obras paralizadas en la Provincia, nosotros hacemos justamente lo contrario: este año ya licitamos 58 nuevas obras en toda la provincia, con una inversión de $286 mil millones”, remarcó.
Además, Bianco subrayó el compromiso de la administración bonaerense con el desarrollo institucional y la legalidad. En relación a la organización electoral, indicó que se trabaja de manera coordinada con la Junta Electoral, el Juzgado Federal y el Comando Electoral provincial para garantizar una jornada democrática y segura. También hizo mención a una denuncia por participación político-partidaria de efectivos policiales, asegurando que se actuará con total apego a la ley.
Por su parte, Augusto Costa advirtió sobre lo que denominó un “industricidio” generado por las políticas de ajuste.
“Todos los sectores centrales que influyen en la dinámica económica, la generación de trabajo e ingresos de la población bonaerense han sufrido un fuerte impacto respecto a 2023”, explicó.
Entre los datos más preocupantes, mencionó la pérdida de 4.000 unidades productivas y más de 37.000 empleos formales, además de caídas significativas en la construcción (-23%), industria manufacturera (-10%) y comercio (-6%).
En ese sentido, Costa fue claro:
“La provincia de Buenos Aires y todo el país están atravesando una situación de crisis productiva, económica y social. Frente a un modelo de ajuste y motosierra, la Provincia responde con políticas públicas”.
Finalmente, el ministro de Desarrollo Agrario, Javier Rodríguez, habló de un “agroindustricidio” producto de las decisiones macroeconómicas del Gobierno nacional.
“La caída en el sector es consecuencia de la política macroeconómica. No se puede reducir la crisis a una sola variable y pretender que eso resolverá el problema”, señaló.
Entre los números que respaldan su denuncia, Rodríguez detalló que hay 1.000 productores menos en la campaña de soja, un 10% menos de tambos activos, una pérdida de 1,3 millones de cabezas de ganado bovino y la desaparición de más de 1.000 viñedos en el país.
Con un discurso coordinado, los tres funcionarios bonaerenses dejaron en claro que, pese a las dificultades impuestas por el contexto nacional, la Provincia continuará desplegando políticas para sostener la producción, el empleo y la institucionalidad.