Ante las elecciones afloran como cardo cuando hay buena humedad en el suelo de los campos, nombre de personas que son apócrifos en redes sociales.
Para ello, crean cuentas falsas usadas para comentar positiva o negativamente determinadas noticas de medios acreditados.
Un perfil falso es aquel con el que una persona se hace pasar por algo o alguien que no existe. A veces estudian la geografía y ponen apellidos de alguna familia pero el nombre del integrante o de pila, es inventado. Estos perfiles pueden incluir tambien a mascotas, celebridades u organizaciones falsas o inventadas.
En la gama de personas que tienen su Facebook y otras redes, que son cientos de miles, suelen pasar desapercibidos.
Pero en sociedades donde quienes se deciden acompañar con su comentario alguna publicación, si se hiciese un estudio detallado se observaría que es una gama recurrente que suelen pronunciarse a lo largo de todo el año donde interactúan y opinan.
Pero en época de elecciones, como una constante, surgen cuentas que cuando se analizan, carecen de amigos reales, y denotan que están como ‘inactivas’ en movimientos, pero como roedores en galpones campestres, se mueven con rapidez para crear alguna tendencia y parecería que nacieran con alguna directiva concreta o política partidaria para dar sensación de certeza o crear tendencia.
Una reciente publicación del candidato PRO en Nueve de Julio, que es el pupilo de Diego Santilli, pero que lo hace por la UCR local, encendió esa suerte de furor.
La mayoría de los comentarios y likes son de cuentas faltas o fake como se denominan. Veamos: https://www.instagram.com/reel/CtfbA4qLMVK/?igshid=MTc4MmM1YmI2Ng==
Si esa conductas fuesen de seguidores para alentar a un candidato, lejos de apoyarlo, lo perjudicarían ya que convoca a pensar que si se siguen comportamientos de una etapa política que la sociedad en su conjunto y la mayoría de los jóvenes y personas de buena fe, desechan. Pero si los mismos dirigentes de los espacios son los impulsores de esas cuentas falsas o inventadas hace pensar que lo que se vulnera es la transparencia de quien puede convertirse en gobernante. Es decir, si se hacen maniobras engañosas para captar votos, de qué no sería capaz de hacer si tuviera poder real?.
Cuando recién llegaba a la zona rural, y comencé a seguir las noticas de Nueve de Julio, un mensaje de la dirección de este medio que me permite estas columnas, alertaba sobre IP apócrifos. Fue ante las elecciones 2015, cuando el diario brindaba la posibilidad de pronunciarse por uno u otro postulante a un cargo electivo, a través de un espacio para que se votase. Llamaba a la reflexión de sus seguidores a no romper la buena fe cuando se hacía la encuesta, y advertía que todo IP falso era eliminado y se daba paso a las cuentas limpias.
De lo señalado se puede inferir que ante un mensaje sencillo de un candidato se observan cerca de 45 comentarios – más de los pronunciamientos reales a un hecho de alto impacto – no son de la ciudad, si similares y que tienen la misma cantidad de seguidores y seguidos, hace pensar en una maniobra creada a tal fin. Se retroalimentan, curiosamente.
Esas mismas cuentas son las que también se dedican a desprestigiar a los candidatos de otros espacios, o informes de prensa o medios, lo que deduce que se está en un principio de falta de transparencia camino a un cargo público, por el voto popular.
Lo serio es que, si los autores de las falsedades, lejos de saber que es un peligroso juego electoral, creen que es la realidad, sería como el Diario a Yrigoyen. Imprimían ejemplares para que el gobernante piense en su escenario y que todo iba bien. La otra realidad, era leída por todo un país. No mostraba lo mismo.
Y sobre el candidato que ya fue funcionario de un gobierno que dejó un déficit importante y no concretó obras en seguridad, pavimento, tránsito, ni en la ciudad ni en las delegaciones, habrá aprendido la lección o habrá otro endeudamiento donde los informes dinerarios no iban al Concejo Deliberante.
A poner la lupa en las redes sociales. Hay cuentas falas que quieren crear tendencia en la opinión pública sobre algún candidato. No es una buena ayuda, ya que hace a la falta de transparencia que se pide a gritos. El engaño como la mentira tiene patas cortas!
Para Cadena Nueve, Ramiro Parra
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