Lázaro Ledesma fue muerto por varias puñaladas con una sevillana de manos de Pablo Catán, de unos 50 años. Sin embargo la justicia le endilga el hecho a Héctor Silvestre, quien estuvo tres años en Patricios en casa de su padre. Un día la policía lo encontró y lo puso a disposición de la Unidad Funcional de Instrucción interviniente de La Matanza.
El lunes 30, un informe de Cadena Nueve tuvo alta llegada en sus lectores y un familiar directo a la víctima de un suceso ocurrido en el año 2013 contó a este medio la realidad de lo sucedido.
Lázaro Ledesma, Héctor Silvestre y Pablo Catán eran vecinos de un barrio en González Catán. Los separaban menos de 200 metros a unos de otros.
El 23 de abril de 2013, Pablo Catán y Héctor Silvestre fueron a casa de Ledezma. En la puerta del predio discutieron Catán y la esposa de Ledezma. Los gritos movilizaron a su esposo y su yerno que trabajaban en el fondo de la casa, en auxilio. Ante ello Ledesma – 55 años -salió en defensa de su mujer. Interviene Héctor Silvestre (hoy 36 años) saca a su amigo Pablo Catán de los brazos de Ledesma y lo inmoviliza. En ese cuadro es cuando recibe varias puñaladas de Pablo Catán.
Tras el episodio, Silvestre se guarece en Patricios y Catán, se presenta ante la policía y señala a su amigo Silvestre como autor del hecho. Fue preso unos 500 días y la justicia lo puso en libertad. En tanto, Silvestre se sintió confiado en la tranquila Patricios y luego de ello comenzó asomar su cabeza. Se hospedaba en la casa de su padre, quien vive desde hace años en esa localidad famosa por los Corsos.
Los familiares de Ledezma le siguieron el rastro, llegaron a Patricios, hablaron con la policía y no encontraron el eco que esperaban. Sin embargo, ante las fiestas, Héctor Silvestre publicó en redes sociales que viajaba a González Catán, a recibir la Navidad. Se expuso y publicó en redes el viaje y encuientros con faliares. Lo que no consideró que viajó antes de lo previsto para fin de año y por la fuerza pública. Tampoco a ver a su madre. Fue preso.
Es que los familiares de la víctima, rápidamente anoticiaron a la Fiscalía de lo que estaba sucediendo.
Se piensa que Pablo Catán y Héctor Silvestre ‘jugaban’ con que uno fue absuelto y el otro no sería encontrado en la tranquila localidad de Patricios.
Ahora, empieza una nueva investigación, donde el autor real sigue viviendo cerca de la casa de la victima victima. Allí conviven la viuda de Ledesma, una hija y un yerno… y esto les preocupa y mucho… y el inculpado – no se sabe porque aceptó considerarse como autor de una muerte ajena – está preso.
La historia de un prófugo de la justicia en Patricios, recién empieza.
Ahora, la Fiscalía y los Tribunales de La Matanza tienen la palabra. Si un encubridor va preso o el autor real vuelve a las rejas.