La ciencia en la escuela pública vuelve a ser noticia. Esta vez, de la mano de dos jóvenes estudiantes de 16 años que, con compromiso, curiosidad y una profunda vocación por el conocimiento, lograron un avance que podría mejorar la calidad del agua en zonas afectadas por contaminación con nitratos.
Se trata de Nerina Sabattini y Melina Pintos, alumnas del 5° año de la orientación en Ciencias Naturales del Colegio Secundario N°3 (ex Nacional) de Carlos Casares, provincia de Buenos Aires. Ambas desarrollaron el proyecto “Nitrato Cero”, una propuesta de purificación de agua contaminada mediante un sistema simple y económico: esferas de agar con levaduras comerciales capaces de absorber los iones nitrato en apenas 48 horas.
El proyecto fue seleccionado como finalista del Premio Junior del Agua 2025, organizado por la Asociación Argentina de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente (AIDIS), una instancia que premia investigaciones escolares con foco en el uso responsable del agua y el saneamiento ambiental.
La idea nació a partir de la continuidad de una investigación previa realizada por una exalumna de la institución, y se consolidó gracias al trabajo extracurricular en el laboratorio del colegio, con el acompañamiento de las docentes Natalia Aguirre y Graciela Cabrera. Según explicaron las estudiantes en diálogo con Cadena Nueve y Máxima 89.9, la motivación principal fue abordar un problema real que afecta a su comunidad: la calidad del agua para consumo humano.
“El agua que consumimos en Casares muchas veces tiene nitratos y arsénico. Queríamos encontrar una forma segura, accesible y sustentable para filtrarla”, señalaron. A través de ensayos, lograron demostrar que las levaduras –organismos vivos comúnmente usados en panificación– pueden absorber los nitratos del agua si se las contiene en esferas de agar, una sustancia de laboratorio que actúa como soporte gelatinoso.
Tras meses de investigación, pruebas y documentación, el proyecto fue postulado y quedó entre los cinco finalistas de todo el país. Este 5 de junio, las alumnas viajarán a Buenos Aires para defender su trabajo ante el jurado de AIDIS. El equipo que resulte ganador tendrá la posibilidad de representar a la Argentina en el Stockholm Junior Water Prize, en Suecia, uno de los certámenes científicos juveniles más prestigiosos del mundo.
“Es una enorme alegría no solo por el reconocimiento, sino porque vemos que nuestro trabajo puede tener un impacto real. Ya estamos averiguando cómo escalar esta solución para que se use en casas, escuelas o comunidades rurales”, contaron las jóvenes investigadoras.
El caso de Nerina y Melina es un ejemplo de cómo la educación pública, el compromiso docente y el interés científico pueden converger en soluciones con verdadero impacto social. En un contexto donde el acceso al agua potable sigue siendo una deuda pendiente en muchas regiones del país, su proyecto invita a pensar la ciencia como herramienta de transformación desde las aulas.