En una ceremonia cargada de simbolismo y esperanza, el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, presidió esta mañana en la Basílica de San Pedro la misa “pro eligendo Romano Pontifice”, que marca el inicio espiritual del proceso de elección del nuevo Papa. En su homilía, el purpurado imploró la asistencia del Espíritu Santo para que guíe a los cardenales electores en la elección del 267° Sucesor de San Pedro, en un momento que calificó como “difícil, complejo y atormentado” de la historia.
“Que Dios conceda a la Iglesia y a la humanidad un Papa que despierte las conciencias y promueva la comunión y la unidad“, expresó con fervor el cardenal Re, destacando la necesidad de un líder espiritual capaz de responder a los desafíos actuales, en una sociedad caracterizada por grandes avances tecnológicos pero también por una creciente indiferencia hacia lo trascendente.
La celebración eucarística, a la que asistieron cientos de fieles, prelados y sacerdotes de diversas partes del mundo, tuvo lugar horas antes del inicio solemne del cónclave, cuando a las 16:30 (hora local) los cardenales electores ingresarán en la Capilla Sixtina para iniciar el proceso que definirá al próximo Pontífice.
Durante su homilía, el cardenal Re subrayó la responsabilidad espiritual y pastoral que recae sobre los electores: “Estamos aquí para invocar la ayuda del Espíritu Santo, para implorar su luz y su fuerza, para que sea elegido el Papa que la Iglesia y la humanidad necesitan en este momento histórico”.
En un llamado a la oración común, el purpurado comparó la reunión de cardenales con la espera de María y los Apóstoles en el Cenáculo, esperando al Espíritu Santo. “La oración al Espíritu Santo es la única actitud justa y adecuada en este momento decisivo para la Iglesia”, enfatizó.
Apoyándose en las lecturas litúrgicas del día, Re recordó las palabras de Jesús en la Última Cena: “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos”, y citó al profeta Isaías al hablar del amor pastoral como la característica esencial del nuevo Papa. En ese sentido, reiteró que el Sucesor de Pedro debe ser un garante de la comunión, tanto dentro de la Iglesia como en su apertura al mundo: “La Iglesia no puede ser autorreferencial, sino un hogar y una escuela de comunión para todos los pueblos, culturas y naciones”.
Asimismo, el decano recordó que el Papa no es simplemente un líder entre otros, sino que “encarna a Pedro” y representa a Cristo en la Tierra. “La elección de un nuevo Papa no es un simple recambio de personas; es el Apóstol Pedro quien regresa una vez más”, afirmó con fuerza.
En un pasaje especialmente emotivo de su prédica, Re rogó para que el próximo Pontífice sea “un hombre según el corazón de Dios”, como los grandes santos que han ocupado el trono de Pedro en el último siglo. “Que el Espíritu Santo nos conceda un Papa que sepa despertar las energías morales y espirituales dormidas, para el bien de la Iglesia y de toda la humanidad”, concluyó.
Concluida la misa, los cardenales se preparan para ingresar en la Capilla Sixtina, donde el fresco del Juicio Final de Miguel Ángel presidirá una vez más el histórico proceso de elección que determinará el rostro y el corazón del nuevo líder de los católicos en el mundo.
Agencia MTR