Los gobernadores señalaron que, ante el retiro progresivo del Estado nacional, las provincias debieron asumir casi en soledad la prestación de servicios públicos indelegables, sin que la transferencia de responsabilidades haya sido acompañada por los recursos correspondientes.

Advirtieron además que, con la actual administración nacional, se sumaron incumplimientos financieros, deudas acumuladas y la interrupción de la obra pública en todo el país, lo que profundizó las desigualdades territoriales.

En ese marco, remarcaron que desde la sanción de la Ley de Coparticipación Federal de Impuestos en 1988, la participación provincial en la distribución de recursos cayó del 58% al 42%, y alertaron que nuevas iniciativas oficiales, como la reforma laboral en debate, podrían agravar el desfinanciamiento federal.

Frente a este escenario, los firmantes consideraron imprescindible rediscutir el federalismo como una estrategia de desarrollo e inclusión, y anunciaron que impulsarán una agenda política e institucional conjunta en el Congreso Nacional.

En ese sentido, afirmaron que buscarán acuerdos transversales, más allá de pertenencias partidarias o sectoriales, para conformar mayorías legislativas que promuevan el bienestar general.

Asimismo, anticiparon que respaldarán toda iniciativa que fortalezca la producción, el trabajo y la educación, y que rechazarán aquellas que impliquen la quita de recursos o derechos a las provincias, en especial a productores y trabajadores.

“Estamos convencidos de que otra Argentina es posible”, señalaron, y destacaron la necesidad de consolidar una democracia basada en la división de poderes, la igualdad de oportunidades y el respeto de los derechos fundamentales