Rafael Obligado fue un escritor, poeta y académico argentino que nació en la ciudad de Buenos Aires, 27 de enero de 1851 y falleció en Mendoza, el 8 de marzo de 1920.
A lo largo de sus 69 años de vida, fue un hombre de letras, siendo uno de los fundadores de la Facultad de Filosofía y Letras (Universidad de Buenos Aires); consejero y vicedecano en varias oportunidades; recibiendo en 1909, el doctorado honoris causa.
Sus padres Luis Obligado y Saavedra y María Jacinta Ortiz Urién eran de la clase patricia, y le brindaron excelente educación. Cursó estudios en el Colegio Nacional de Buenos Aires. Inició estudios en la Facultad de Derecho, pero los abandonó rápidamente. Su vocación lo llevó al estudio de los clásicos, antiguos y españoles.
Conocido como “el poeta del Paraná” y perteneciente a la generación de 1880, escribió poesía con temática “gauchesca” pero con palabras “cultas”, influido por la poesía francesa de fines del siglo XIX. Vivió en la estancia paterna, con un bellísimo castillo en el paraje de la Vuelta de Obligado, un recodo de las Barrancas del río Paraná ubicado exactamente dentro del partido de Ramallo cercano al límite con el partido de San Pedro en la provincia de Buenos Aires.
Se casó a los 35 años, en 1886. Tres años más tarde, en 1889, lo nombraron correspondiente de la Academia Española. Uno de sus hijos, Carlos, también poeta, fue el autor de ‘Marcha a las Malvinas’.
Su obra más importante, es el “Santos Vega”. También escribió “El hogar paterno”, “En la ribera”, “Primavera”, “Nido de boyeros”, el paisaje es una constante. El Paraná, las islas, su flora; “En la ribera” y “Leyendas argentinas”.
Sin embargo, ‘Santos Vega’ ha sido considera una de las obras cumbres de la literatura argentina.
Rafael Obligado se inspiró en un trabajo del escritor costumbrista Eduardo Gutiérrez (1851-1889), quien contó a la manera de folletín la historia del payador bonaerense Santos Vega -fallecido antes de 1837- y de su amigo Carmona, perseguidos por la justicia.
El poema de Rafael Obligado se inscribe dentro de la estética romanticista, por la notable presencia de elementos típicos como el crepúsculo y el nacionalismo. Ejemplo de ello es:
Cuando la tarde se inclina
sollozando al occidente,
corre una sombra doliente
sobre la pampa argentina.
El poema está dividido en cuatro cantos:
- El alma del payador
- La prenda del payador
- El himno del payador
- La muerte del payador.
No son cronológicos, ya que en los primeros dos se presenta al fantasma, que habita la pampa, en el cuarto se relata la última payada; y el tercer canto fue un agregado posterior en el que Santos Vega (vivo) irrumpe en un partido de pato para convocar a los gauchos a unirse a la Revolución de Mayo (1810).
Recordemos que en Barrios Unidos, de Nueve de Julio, una calle lleva su nombre. Fue por una ordenanza municipal.