El nuevo Código de Ordenamiento Urbano y Territorial no es solo un proyecto de transformación urbana para Nueve de Julio, sino una propuesta integral que involucra la participación activa de la comunidad, los colegios profesionales, las instituciones intermedias y el gobierno local, Ejecutivo y Concejo Deliberante. A lo largo de los años, la ciudad ha crecido, y ahora es el momento de repensarla y adaptarla a las necesidades de una población que ha aumentado y una estructura que necesita ser ajustada.
En una reciente emisión de Despertate en Cadena Nueve y Máxima 89.9, los arquitectos Martín Banchero, Secretario de Vivienda y Urbanismo de la comuna local y Pedro LLamelo, director del Instituto de Estudios Urbanos del Colegio de Arquitectos, compartieron su visión y los detalles de este innovador proyecto. Según Banchero, el trabajo comenzó hace más de una década, con el compromiso de mejorar el ordenamiento urbano en la ciudad. Sin embargo, el Código no solo se limita a la ciudad de Nueve de Julio, sino que también abarca las localidades del partido, haciendo de este un plan de desarrollo territorial más amplio.
La Necesidad de un Nuevo Código: Adaptar la Casa a los Tiempos Actuales
Pedro Llamelo explicó que la propuesta surge de una necesidad de adaptación: “La ciudad fue proyectada originalmente en 1863, y con el paso de los años, se ha ido ampliando sin un orden claro en muchos casos. Es como una casa que necesita ser renovada para que se acomode a las necesidades de la familia que ha crecido”, explicó el arquitecto.
Este nuevo código es la respuesta a esa necesidad, una herramienta de gestión que busca ofrecer una estructura más adecuada para la ciudad y sus alrededores. De acuerdo con Lamelo, uno de los puntos clave es ofrecer un marco normativo claro que permita una gestión eficiente y organizada, que incluya tanto el desarrollo de zonas como la preservación de otras que no conviene expandir.
Una Participación Comunitaria y Político-Social Esencial
Uno de los aspectos fundamentales del proyecto es la inclusión de la comunidad en la toma de decisiones. A través de mesas de trabajo y diálogos con diversas instituciones y sectores, como la Cámara de Comercio, la Sociedad Rural, la Cooperativa Eléctrica, y los colegios profesionales, el proyecto busca construir una visión compartida de la ciudad del futuro.
Llamelo destacó que, en este proceso, la participación de los bloques del Consejo Deliberante y las entidades intermedias será crucial para garantizar que el código esté alineado con las necesidades reales de los vecinos y no se limite solo a un conjunto de normas técnicas. “La comunidad debe estar representada, y su voz debe ser escuchada”, enfatizó Lamelo.
La Ciudad del Futuro: Sostenibilidad y Crecimiento Controlado
Una de las grandes preocupaciones de los urbanistas y arquitectos es cómo balancear el crecimiento de la ciudad con el respeto al entorno natural. El concepto de “ciudad ecológica” se presenta como una de las claves del proyecto. La inclusión de energías renovables, el respeto por el entorno urbano y natural, y la planificación de espacios verdes son algunos de los puntos que se están considerando.
En ese sentido, Martín Banchero remarcó que el código también incluye la reflexión sobre el uso del espacio público, como el caso de las veredas y los árboles. “El espacio público debe ser pensada en función de todos los habitantes, no solo los propietarios de un lote”, subrayó Banchero.
En cuanto a la densificación urbana, se está evaluando la altura de los edificios, el respeto por la arquitectura tradicional de la ciudad, y cómo evitar la expansión indiscriminada que ha afectado la circulación vehicular y peatonal en las últimas décadas. El objetivo es alentar el desarrollo en zonas adecuadas, sin perder de vista las necesidades de infraestructura y servicios esenciales.
Mirada al Futuro: El Desafío de la Movilidad y los Servicios
El desarrollo de la ciudad no solo incluye la edificación de nuevos proyectos, sino también el análisis profundo de la movilidad y los servicios urbanos. El tránsito, la circulación peatonal y la correcta distribución de los servicios públicos son factores determinantes en el diseño de la ciudad futura.
La expansión desmedida de la mancha urbana es otro de los problemas que se está evaluando. Como mencionó Banchero, en 20 años la mancha urbana de Nueve de Julio se duplicó, mientras que la población creció solo un 5%. Esto genera complicaciones en la conectividad entre zonas y en la distribución de los servicios.
Conclusión: Un Proyecto a Largo Plazo con Visión de Futuro
El nuevo Código de Ordenamiento Urbano y Territorial de Nueve de Julio es una respuesta a las demandas del presente y una mirada hacia el futuro. Un futuro en el que la ciudad se adapte a los cambios, crezca de manera ordenada, y respete tanto su patrimonio como su entorno natural. Aunque el proyecto no estará terminado de inmediato, la planificación y el trabajo conjunto de la comunidad son la base para que este ambicioso desafío se lleve a cabo con éxito.
“Es un desafío fuerte, pero estamos avanzando con seriedad y compromiso para que 9 de Julio sea una ciudad más habitable, eficiente y sostenible”, concluyó Lamelo.
Con este nuevo código, se abren oportunidades para repensar la ciudad y el partido de 9 de Julio en su conjunto, llevando a cabo una transformación que será clave para las próximas generaciones.
Agencia MTR