El 29 de junio de 1986 quedó grabado en la memoria colectiva de los argentinos como una de las jornadas más emocionantes del deporte nacional. Ese día, la Selección Argentina de Fútbol se consagró campeona del mundo por segunda vez en su historia, al vencer a Alemania Federal por 3 a 2 en la final del Mundial de México, disputada en el imponente Estadio Azteca ante más de 114.000 espectadores.
El equipo dirigido por Carlos Salvador Bilardo estuvo liderado por Diego Armando Maradona, quien tuvo un torneo brillante y se convirtió en el símbolo indiscutido de aquella gesta. Durante el campeonato, Maradona regaló momentos inolvidables, como el mítico “Gol del Siglo” frente a Inglaterra en cuartos de final, donde dejó atrás a medio equipo rival en una jugada magistral.
En la final, Argentina comenzó ganando con un gol de cabeza de José Luis Brown tras un tiro libre. Más tarde, Jorge Valdano amplió la ventaja con una definición precisa que parecía sentenciar el partido. Sin embargo, Alemania reaccionó y logró empatar 2-2 con goles de Karl-Heinz Rummenigge y Rudi Völler, poniendo al equipo sudamericano contra las cuerdas.
Cuando todo parecía encaminado hacia el alargue, apareció Jorge Burruchaga. En el minuto 83, tras una asistencia magistral de Maradona, Burruchaga se escapó y definió ante el arquero Harald Schumacher, marcando el 3-2 definitivo y desatando el delirio de toda la Argentina.
Aquel título no solo confirmó a la Albiceleste como una potencia futbolística mundial, sino que también elevó a Maradona a la categoría de leyenda. Su liderazgo, talento y pasión fueron fundamentales para alcanzar la gloria en suelo mexicano, en un campeonato que quedó para siempre en la historia del fútbol.
Agencia MTR